Fendi muestra
una colección reconfortante para afrontar los nuevos tiempos
Mientras los modelos
atraviesan un club nocturno iluminado por luces de neón multicolores, una voz
inquietante y distante nos habla de luz, elegancia, color y oscuridad. "What
is normal today?" (¿Qué es normal hoy?), susurra Silvia Fendi Venturini en
la poderosa banda sonora techno creada por Alessio Natalizia, también conocido
como Not Waving, para el desfile masculino de Fendi para la temporada
otoño/invierno 2021-22 transmitido de forma digital el sábado, el segundo día
de la Fashion Week Masculina virtual de Milán.
Partiendo del contexto
incierto actual con la pandemia del Covid-19, que tanto ha cambiado nuestros
hábitos en los últimos meses, la directora artística de la lujosa casa romana
propiedad de LVMH quiso revisar el vestuario masculino para hacerlo evolucionar
adaptándose a este nuevo mundo, que parece tan extraño y normal.
Para rediseñar esta
"nueva normalidad", Silvia Fendi Venturini partió de los clásicos de
la moda masculina ofreciendo piezas atemporales concebidas desde una nueva
perspectiva, que tiene en cuenta la evolución de los estilos de vida y las
nuevas exigencias del hombre. Versatilidad, comodidad, funcionalidad y
sencillez caracterizan esta colección, que oscila entre la innovación y la
normalidad, pero también está impregnada de un nuevo soplo de energía y
fantasía.
Todo está ofrecido en
materiales preciosos y acogedores, con blusas de lana con cremallera, abrigos
reversibles de plumón, camisas de pijama envolventes que se transforman en
chaquetas, que se deslizan sobre suéteres de grandes rayas. La chaqueta de
cuero se reinventa en un gran formato, cortado a partir de una gruesa tela de
lana. El cuello de algunos suéteres de punto de cable se alarga en dos trozos
largos de tela que se anudan a modo de bufanda alrededor del cuello.
El efecto envolvente
se ve acentuado por el omnipresente acolchado, que se muestra en abrigos con
ribetes en los bordes como las batas de antaño, pero también en pantalones,
bermudas grandes, chaquetas e incluso inserciones en los bolsillos. Las prendas
de punto también tienen un lugar de honor, especialmente en pantalones muy
cálidos y que se deslizan como si fueran pijamas, o en un enterizo de bebé.
Los hombres nunca
salen sin las manoplas y se abrigan con chaquetas de plumas XXL de colores
vivos (amarillo dorado, fucsia, naranja, azul royal) o con grandes plumíferos
que parecen un albornoz. Definitivamente parece que no se puede prescindir de
la ropa interior mullida que se descubrió durante el confinamiento... y el
teletrabajo.
El hombre de Fendi
también está loco por los detalles prácticos, como unas aberturas en los muslos
de los pantalones o por debajo de los hombros de una chaqueta, que le quitan al
traje su rigidez habitual. ¿Y qué decir de la bufanda larga de cachemir con un
gran bolsillo?
Si bien la paleta es
más bien neutra, oscilando entre el beige, los tonos claros y el negro, con
algunos destellos de color en looks monocromáticos, patrones coloridos y
alegres electrizan ciertas piezas oscuras, impresas o bordadas en abrigos y
piezas de punto, como garabatos o dibujos infantiles esbozados a toda prisa.
Son obra del actor humorista británico Noel Fielding.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
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