Altuzarra: La nueva ola del bebé de Rosemary
Drama opulento en Altuzarra con una colección excelente y de mal humor escenificada dentro de la Biblioteca Pública de Nueva York, el último ejemplo de refinada austeridad en la Semana de la Moda de Nueva York .
“Esta colección se inspiró en el cine francés de los años 1950 y 60 y en Rosemary's Baby, pero un poco más cerca de la vida real”, explicó Joseph Altuzarra, después de saludar a su hija pequeña entre muchos aplausos.
Presentada en la penumbra, con modelos caminando en medio de charcos de luz, la colección se llenó de vestidos lenceros combinados con minichaquetas cruzadas ajustadas. Aunque la clave de los looks fueron los espectaculares abrigos trapecio en satén, seda triturada y confeccionados con grandes botones y cuellos de tabla, eran los abrigos de la temporada actual.
A Joseph le encantan las faldas y los vestidos de tubo y cuanto más transparentes mejor, confeccionados en organza transparente y rematados con costuras rugosas, looks resaltados por la iluminación melodramática.
De origen chino, francés y americano, Altuzarra sigue siendo el más europeo de todos los diseñadores afincados en Nueva York, y mucho mejor por ello. Un efecto realzado por su personal detrás del escenario de Francia: el productor del espectáculo Alex de Betak y el DJ Frederic Sanchez. Su amalgama de sonidos agitados y amenazantes con Peña - Instrumental de Charismatic Marshall fue la mejor banda sonora de un espectáculo de Manhattan.
El uso de materiales nobles por parte de Joseph es insuperable, como cuadros de cuadros transparentes cortados tan finos y delicados como papel de seda, o mezclilla teñida con hilo, blanqueada y despojada de pigmentos y luego teñida con shibori a mano. Y, explicó el diseñador, los paisajes de colores tintados pretendían sugerir una película dañada.
Se usan con frecuencia sobre un elenco con velo, muchos de ellos con vestidos tipo babydoll compuestos por capas flotantes de tul.
“Quería fragilidad y vulnerabilidad pero dentro de un país siniestro. Me encantó la idea de pequeños fantasmas en la colección, pero con un guiño a los cócteles de los años 60”, comentó Altuzarra.
Todo ello respaldado por una gran selección de zapatos con tacón de gatito, cortesía de Manolo Blahnik . Elegante, refinada, audaz y cool, y una de las mejores colecciones de Altuzarra.
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