Dolce & Gabbana: Las chicas cool son las que mandan, ¿vale?
Dolce & Gabbana ofreció un espectáculo lleno de energía mientras el elenco salía del espacio de espectáculos del dúo en el teatro Metropol para bailar al aire libre.
Miles de personas vitorearon mientras las modelos subían por una grada de andamios en Viale Piave, creando una pasarela aparentemente interminable. El concepto se vio reforzado por un fondo dinámico: dos enormes pantallas LED curvas que mostraban paisajes urbanos: el Pont de Bir-Hakeim de París, la línea elevada del metro número 1 de Nueva York, el Capitol Dome de Washington y los imponentes cañones de rascacielos de Dubái.
En el interior, una ventisca de luces de paparazzi iluminó a los invitados de la primera fila. Naomi Campbell hizo de modelo; Achille Lauro canalizó un momento Lord Byron con un top Henley y un abrigo de astracán; la cantante italiana Blanco mostró su cabello recién escarchado; la influencer alemana Leonie Hanne mostró una amplia sonrisa con una gabardina de látex sobre un vestido lencero transparente y ropa interior expuesta; mientras que la estrella porno y empresaria Jessie Andrews ardía con casi el mismo vestido, menos la gabardina.
Igualmente llamativa fue la DJ e it-girl italiana Annalisa, que deslumbró con un escueto look plateado metalizado combinado con botas de motociclista cubiertas de pedrería. Cada entrada generó enormes rugidos entre los 3.000 espectadores.
Domenico Dolce y Stefano Gabbana llamaron a la colección "Cool Girls" (Chicas cool) y el elenco lo personificó: de fiesta o de paseo con enormes parkas boyfriend con ribetes de piel gruesa, todo cubierto de strass. Debajo, una variedad de piezas de lencería: corsés, braguitas, pantalones bombachos y sujetadores que apenas se notaban.
Las hijas rebeldes de las sexys viudas sicilianas tan queridas por Dolce & Gabbana.
El dúo presentó algunos ejemplos destacados de la mayor tendencia de Milán para el próximo invierno: piel de oveja teñida y cortada en cubitos, granulada y esquilada para parecerse al zorro nórdico, al visón finlandés o al lobo siberiano. Se combinaron con piezas inspiradas en los motociclistas, ya fueran pantalones cargo de cuero desgastado que se fusionaban con pantalones de montar o estilos bucaneros que se mezclaban con botas de mecánico.
Una docena de minivestidos de cóctel con cristales hicieron un final deslumbrante. Todo el elenco terminó en la calle, mostrado en vivo en las pantallas LED, mientras el DJ De Angelis trabajaba en la mesa de mezclas.
Todo el optimismo y la actitud alegre de Italia (y de esta casa) se exhibieron en toda su extensión en la fiesta callejera que tuvo lugar al aire libre, que culminó con gritos ensordecedores cuando las emocionadas modelos salieron del desfile. De Angelis preparó un set de DJ espectacular. Eso es lo que llamamos una "chica cool".
La multitud fue tan grande para Dolce & Gabbana que la policía local tuvo que cerrar dos líneas de tranvía principales en el exterior. Y dicen que la moda está en una crisis existencial. ¿En serio?
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