Los nuevos pintores
colombianos, que están renovando el arte.
Guillermo Romero y los
colores como forma de vida
Ayer. Enrique Grau, Fernando Botero, Alejandro Obregón
fueron algunos nombres que se convirtieron en referentes del arte colombiano,
pintores quienes dibujaron con sus pinceles, la realidad de un país
convulsionado, pero lleno de cultura. Hoy. Una raza de nuevos artistas está
llenando de color sus caballetes para continuar este legado. Es el caso de
Guillermo Romero quien abandonó su carrera en la odontología, para internarse
en su taller y producir piezas que toquen el alma de su público.
Entrar al taller del artista bogotano es como sumergirse en una pintura aún sin
terminar. Los colores y las ideas navegan sin tiempo, ni espacio. En este lugar, conviven obras con las que Guillermo Romero espera que la gente se
conecte y olvide sus problemas. “Yo creo que el arte es un proceso tan íntimo,
tan interno, que lo único que puede
salir de allí es una sanación del Ser “
Para el artista el proceso creativo es un encuentro con el
universo, desde lo más profundo del
alma, donde se encuentra toda la potencialidad del mundo, por eso, sus obras
tienen unos parámetros máximos de
honestidad consigo mismo y desde
allí, se convierten en un elemento de sanación.
Su técnica
Romero es autodidacta. Todo lo ha aprendido a través de la
observación y el descubrimiento. Romero es rebelde. No quiso utilizar el
clásico pincel para expresar lo que
sentía, lo hizo con la espátula porque
para él, este elemento le deja mostrar lo que siente a través de texturas y la
transparencia de color.
Caballos con una fuerza insospechada, mariposas delicadas,
árboles salvajes, naturaleza viva con
solo trazos y colores hacen que la obra del artista llegue a la retina del
espectador, como un lienzo donde se relatan sentimientos, paz y armonía. “ Me
ha sorprendido que el público que ve mi obra, me diga que se
tranquilizaron o que les cambié la vida
y, es que el arte, cambia vidas”.
Él ha pintado desde que era un niño, pero por cosas del
destino y de la sociedad pensó que su camino era distinto; sin embargo, la
vocación llama a la puerta muchas veces, hasta que esta se abre. Eso lo entendió el maestro Romero. “Solamente cuando tuve la fuerza y el impulso
interior venciendo muchos miedos logré desbloquearme y desarrollar este proceso creativo
maravilloso”
Este es el primer capítulo de los nuevos pintores que están
escribiendo la historia contemporánea del arte colombiano.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
corresponsal colombia
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