Dior: diosas de
la antigüedad contemporánea
Todo sobre
empoderamiento en la alta costura de Dior esta temporada, donde Maria Grazia
Chiuri canalizó diosas, rituales sagrados y fuerzas animales en una poderosa
declaración de moda ante un tapiz de una belleza única creado exclusivamente
para este desfile.
Una colección y
un tapiz que recorrían las antiguas culturas del Mediterráneo, Anatolia, la
Media Luna Dorada e incluso la India en busca de inspiración.
Mientras que un
tablero de humor en el backstage presentaba imágenes de estatuas de Ariadna,
Artemisa, Atenea, Diotima, Apolo Citaredo, una ménade danzante, un espíritu
femenino iraquí con patas de garra de pájaro y una princesa romana que llevaba
un sable, con su capa echada hacia atrás.
Como los
múltiples mantos y capas que se ven en la colección, incluidas las magníficas
capas de lana cruda de doble cara que se abren. Y al igual que las estatuas,
los primeros 20 looks fueron en blanco pálido o crudo.
La otra gran idea
de Maria Grazia en términos de silueta fue la toga romana, cuyas líneas curvas
fueron sugeridas por vestidos y vestidos de noche de tul crudo de seda con
hombros descubiertos. Introduciendo gradualmente la decoración: camisas con
forma de pétalos, pliegues trabajados a mano y joyas y motivos geométricos.
Para la noche,
Chirui incorporó corpiños brillantes y vestidos largos, en un riff de los años
sesenta, y faldas largas adornadas y blusas de algodón abullonadas. Bastante
discreto para la alta costura, al igual que su calzado. Una larga serie de
flats y sandalias romanas desfilando por la pasarela de tablones de pino.
Diseñado por la
artista Marta Roberti y cosido a mano en el taller de Chanakya en Mumbai, el
tapiz y el conjunto fueron probablemente los más hermosos hasta ahora en el
reinado de Chiuri en Dior. Con tres paredes del espacio gris Dior hecho a
medida que se vuelven mágicos con imágenes retroiluminadas de formas
divergentes: Potnia Theron de la Edad de Bronce, Ishtar, Cybele, Durga en el
hinduismo, la diosa azteca Coatlicue, todo jugando en un impresionante
bestiario.
Respaldado por
una banda sonora romántica y dramática de Michel Gaubert, que incluye Tears can be so soft de Christine and the Queens, esta fue una
gran exhibición de Dior. La más finamente pulida y estéticamente coherente de
todas las grandes casas de moda en la actualidad.
Antes del
espectáculo, en una conferencia con editores italianos, Maria Grazia reflexionó
sobre los disturbios actuales.
“Mi tiempo en
París no siempre ha sido fácil. Comenzó con el Bataclan y ahora tenemos cinco
días de violencia. La muerte de Nahel fue una tragedia terrible, y una lección
que todos tenemos para abrir la mente y darnos cuenta de que algo tiene que
cambiar”, comentó el modisto italiano.
Su otra gran
preocupación era la creciente intolerancia a las diferentes ideas y
preferencias sexuales. “Me parece impactante que ahora estén prohibiendo libros
en bibliotecas en estados como Florida. Incluso he visto imágenes en lugares
públicos que decían, No Gays. Creo que es triste y peligroso cuando algo así
sucede en Estados Unidos, que considero un santuario de la democracia”.
Teniendo en
cuenta el reciente y trágico asesinato del adolescente desarmado Nahel Merzouk
a manos de la policía de carreteras en las afueras de París y la subsiguiente
conflagración en Francia, la alta costura puede parecer un tema levemente
irrelevante en este momento. Sin embargo, su cualidad muy efímera significa que
representa lo que es elegante y noble en Francia, un ideal de belleza en el que
tantos jóvenes franceses infelices en comunidades desfavorecidas querrían
participar. Es por eso que esta colección, y su celebración de la emancipación
femenina, todavía se sentía muy importante.
“Me tomó mucho
tiempo entender la importancia de Dior para París y Francia. No creo que
ninguna otra casa de moda signifique tanto para una cultura como Dior. Porque
los diseños de Christian Dior crearon una nueva imagen de este país justo
después de la terrible destrucción de la Segunda Guerra Mundial. Monsieur Dior
era en efecto el embajador de Francia”, concluyó.
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