Todo queda en
familia en el desfile de Alta Costura de Chanel
Chanel presentó el
martes su último desfie de Alta Costura ante apenas media docena de invitados,
mostrando una colección en la que uno podría imaginar a Coco Chanel luciendo
cada uno de los looks.
La directora creativa,
Virginie Viard, regresó al espacio de desfiles favorito de la casa, el Grand
Palais. En sus 240 metros de largo, la luz luz caía a través de su enorme techo
abovedado de cristal sobre las chicas favoritas de Chanel: las embajadoras
Marion Cotillard, Penélope Cruz, Vanessa Paradis, Lily-Rose Depp y Alma
Jodorowsky; las amigas de la maison Joana Preiss e Izïa Higelin; y la última
plenipotenciaria de la casa, Charlotte Casiraghi.
Viard eligió al
célebre fotógrafo holandés Anton Corbijn para rodar el vídeo del desfile de
esta temporada, revelado precisamente a las 14.00 horas del martes, en la
segunda jornada de la temporada de Alta Costura de París, que dura cuatro días
y que se desarrolla en línea. Ese horario es el preferido por todas las grandes
casas, ya que permite a los clientes de China y Nueva York ver el debut en
directo.
En una ajetreada
carrera, Corbijn ha fotografiado las portadas de los discos de U2; ha sido
modelo en la pasarela de Yohji Yamamoto y ha dirigido largometrajes con George
Clooney y Philip Seymour Hoffman. Antes
del desfile, Chanel lanzó su teaser de sólo 16 segundos: las modelos llegan al
estudio de diseño de la casa en el número 31 de la rue Cambon, mientras las
costureras cosen lentejuelas y botones.
El objetivo del show
de Corbijn era realizar "retratos de familia" de las favoritas de
Viard para la portada de un álbum con la pintura de una camelia del artista
holandés, la flor favorita de Coco Chanel. De ahí los retratos de modelos posando
en el corazón de los recién renovados salones de Alta Costura de Chanel,
redecorados en el espíritu de Gabrielle Chanel por el decorador parisino
Jacques Grange e inaugurados este mes.
"Sabía que no
podíamos hacer un gran desfile, que tendríamos que inventar otra cosa, así que
se me ocurrió la idea de una pequeña procesión que bajara las escaleras del
Grand Palais y pasara bajo arcos de flores. Como una celebración familiar, una
boda", explicó Viard, que saludó con pantalones de raya diplomática, camisa
blanca masculina y chaleco.
Las embajadoras de la
marca, con Cotillard con un vestido negro o Vanessa Paradis con una chaqueta de
lana ribeteada con cristales, posaron después con las mismas prendas que
llevaban para el desfile, todas ellas extraídas de colecciones anteriores de
Chanel.
El clip se centraba en
la imagen de un caballo blanco rampante en el interior del Grand Palais, antes
de que las diplomáticas de moda se convirtieran en el público del desfile,
sentadas en sillas doradas Luis XV en el imponente Grand Palais, mientras el
reparto desfilaba por una pasarela circular sembrada de flores y adornada con
enrejados. Al igual que la película más famosa de Corbijn, Control, sobre la
vida del líder de Joy Division, Ian Curtis, se rodó en blanco y negro y en
gris.
Como el vídeo, la
colección era igual de compuesta y coherente; desde los nuevos pantalones de
pata ancha con chaqueta de bolero hecha enteramente de volantes hasta los
seductores looks de enaguas realizados en georgette rosa. Las faldas de tul con
volantes o las faldas desmontables de encaje de margaritas blancas evocan los
lánguidos días del verano.
Una colección de
espíritu libre, en la que las modelos se paseaban con zapatos de bailarina de
tango de doble correa o con botines acolchados con tacón de cuña decorados con
una rejilla dorada. En lugar del negro, el color clave fue el antracita, visto
en chaquetas de lana bouclé y vestidos acampanados. Para la noche, vestidos con
volantes de guipur y boleros apenas transparentes en maravillosas cascadas de
georgette. Casi todas las chicas llevaban un postizo de flores de tela y
bailaban al son del clásico de Be My Baby de The Ronettes.
El elenco se sentó
entre las estrellas y las embajadoras, que parecían exitosas hermanas mayores.
O, de hecho, las hijas que Coco nunca tuvo. Un soberbio caballo gris llevaba
una Marianne al estilo de los años 20, ataviada con un vestido de novia de raso
cristalino con la parte delantera abierta, rematado con una cola de tul de tres
metros de largo bordada por la casa Lesage con mariposas de pedrería y perlas.
"Me encantan las
grandes reuniones familiares, cuando todas las generaciones se mezclan. Es tan
cálido. Este espíritu lo encuentro hoy en Chanel. Porque Chanel también es una
familia. Un espíritu que hay que celebrar más que nunca... al pie de la mítica
escalera cubierta de espejos. He querido reunir a las modelas para el momento
de las fotos de familia", concluyó Virginie.
Sin lugar a dudas,
todo queda en familia en Chanel.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
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