Emporio
Armani jugó con la moda con espíritu alegre
En Emporio Armani, las
chicas claramente querían ir de fiesta. Salieron al escenario circular, como
una gran pista de baile, con caras alegres o traviesas con grandes sonrisas
como si Giorgio Armani acabara de contarles un buen chiste entre bastidores.
La sensación de
ligereza y desenfado se traducía en looks jóvenes y dinámicos, elegantes, pero
no demasiado, con un toque picaresco, complementados con boinas o bombines. Los
atuendos fueron cortos con faldas, vestidos y shorts arriba de la rodilla. Y el
rosa fucsia añadió un toque de color a los trajes de franela gris.
La chica Emporio
esconde su juego, detrás de looks de colegiala, con una blusa blanca con
grandes botones y un lazo negro, o detrás de looks de Lady Armani con soberbios
trajes de terciopelo brillante. No duda en romper los códigos de la sobriedad
clásica con unos cuantos complementos extravagantes, como interminables botas
de cuero negro hasta los muslos, exageradas hileras de collares de perlas o
pulseras de plexiglás rosa. Por la noche, sale de fiesta con un vestido corto
que brilla con grandes lentejuelas de colores.
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