Campaña Versace La Vacanza 2025
Para la primavera de 2025, Versace traza un rumbo de regreso a casa: La Vacanza es a la vez un regreso y un despertar. Fotografiada por Zoë Ghertner y protagonizada por la modelo Abby Champion, la campaña oscila entre la fantasía y la forma, fundiendo la ensoñación mitológica en siluetas esculturales y una elegancia radiante. Es un viaje desde la costa del Egeo hasta el corazón de mármol de la ciudad, donde las sirenas cambian conchas por tacones de aguja y el mar siempre está a la superficie.
Entre dunas de arena, interiores neoclásicos y piscinas relucientes, la lente de Ghertner reinterpreta los códigos legendarios de Versace en tonos más sobrios y atmosféricos. Hay serenidad bajo el glamour: una veneración por la luz natural, las líneas fluidas y los sutiles rituales del vestir. Abby Champion emerge como una ninfa marina moderna: serena, luminosa e inquebrantablemente Versace.
La colección femenina transforma la ropa de vacaciones en algo ceremonial. Los trajes de baño caen como vestidos de diosa, algunos con corsé, otros adornados con lentejuelas de cristal marino que captan la luz como piedra mojada. Los vestidos drapeados con cuello vuelto brillan con un brillo líquido, reflejando la marea y el movimiento. Los looks masculinos reinterpretan clásicos de la casa: conjuntos de bolos de seda fluida, trajes vaqueros tallados con precisión arquitectónica y chalecos que combinan el estilo de los 90 con el romanticismo mediterráneo.
Los motivos del archivo de Trésors de la Mer resurgen con la claridad de la era digital. Los emblemas de Medusa se convierten en amuletos íntimos, las ilustraciones de corales y caballitos de mar se extienden sobre mallas y gasas, y los bordados adquieren el brillo de un tesoro sumergido. No son reliquias, sino reliquias familiares revividas, un mito reescrito con hilos audaces.
Los accesorios se sumergen aún más. El bolso Tag regresa en tonos marinos —verde mar, pitahaya y blanco concha—, mientras que los bolsos La Medusa aparecen en patchworks que evocan ecosistemas mareales. El calzado se curva alrededor de los tobillos como algas enroscadas o ráfagas de espuma, y la joyería reinventa el mundo submarino con resina rosa coral, oro artificial y siluetas barrocas. El exceso característico de Versace está aquí, sí, pero brilla con una profundidad diferente.
Más que la estética, La Vacanza refleja un cambio de conciencia. En colaboración con Coral Gardeners, Versace se ha comprometido a adoptar 9.000 fragmentos de coral en la Polinesia Francesa. Los compradores pueden seguir digitalmente el crecimiento del coral adoptado, anclando la narrativa mitológica de la colección en la gestión ambiental. Es una narración con sustancia: belleza en diálogo con la ecología.
Con La Vacanza 2025, Versace demuestra que la mitología no es cosa del pasado. Está viva en las lentejuelas, en la brisa marina y en la sostenibilidad. El lujo aquí no se trata solo de seducción, sino de legado, un legado creado no solo en mármol o tela, sino en arrecifes vivos y una reinvención reflexiva.
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