Valentino Garavani y Vans: La colisión
que no sabíamos que necesitábamos
¿Quién iba a
pensar que la alta costura, las patinetas y la inteligencia artificial
compartirían escenario?
Esta podría ser
una combinación inesperada, pero para Alessandro Michele, ese es el punto. La
campaña comienza con la naturaleza desgarrando la estructura, transformando la
estabilidad en algo inquieto, fluido y vivo. En el centro de la visión de
Michele se encuentra la interacción entre la tecnología y la naturaleza. Las
imágenes, generadas con IA a partir del desfile de Valentino en Le Méta-Théâtre
Des Intimités , no aplanan la realidad, sino que intensifican su extrañeza,
amplificando el carácter surrealista de la campaña.
Los patrones de
damero aparecen en verde eléctrico con hojas naranjas de gran tamaño, en rosa
estampado con el monograma de Valentino, y en iteraciones en rojo y negro que
vibran con intensidad gráfica. Giros divertidos surgen en pares cubiertos con
eslóganes de "I ♥ My
Vans" o adornados con caras de gato ilustradas, diseños que equilibran ingenio y extravagancia con refinamiento. La Alta Costura
demuestra aquí su capacidad para
conectar con el humor, elevando lo que parece desenfadado a algo emblemático de
crítica cultural.
Como explica
Michele, el proyecto trata de "permitir que los mundos colisionen,
disolviendo lo que parece permanente para que surja algo inesperado". El
agua se convierte en la fuerza impulsora. Nutre incluso mientras se disuelve,
borrando fronteras y desestabilizando el orden. En esta visión, el agua es
paradoja: a la vez amenaza y renacimiento, intimidad y catástrofe, abandono y
resistencia. Inquieta, pero también abre la puerta a algo nuevo, una
arquitectura de la impermanencia en la que la moda no es solo un objeto, sino
una atmósfera. El uso de la IA refleja la fluidez del agua, representando un
paso de un estado a otro, una transición donde lo digital y lo orgánico
convergen para redefinir la forma en que se puede imaginar la moda.
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