La elegancia desgarrada
de Alexander McQueen en París
Una oda a un jardín inglés con giros punk rock fue el tema
de la sensacional colección de Sarah Burton para la casa Alexander McQueen,
presentada este lunes en París.
Inspirado por el famoso jardín inglés Great Dixter, la
colección se presentó en el interior de la antigua Orangerie de los jardines de
Luxemburgo en París, en la que se instaló una pasarela de ladrillos rojos y una
serie de estructuras cubiertas con gigantes sábanas de algodón bordadas con
delicados lirios, amapolas, orquídeas, rojas bocas de dragón y coloricas
furcraeas. Exactamente como en los jardines Great Dixet.
El casting desfiló en una serie de vestidos desaliñados y el
pelo en jirones. Para el día, gabardinas deconstruidas con fracciones de seda
que imitan un colchón y vestidos de cuero palabra de honor de princesa del punk
repletos de tachuelas y acabados en volantes, negro o rojo encendido.
Para la noche, preciosos vestidos de satén flamenco cortados
y torcidos por uno de los lados. La absoluta belleza de todo el concepto llegó
a su clímax en un brillante final de diseños de tafetán blanco en un cruce
entre ‘slip dress’ y vestido de gala. Todos ellos desgarrados y acabados en
delicadas flores de verano.
Esta ha sido una temporada con un evidente romanticismo,
pero uno basado en una cierta elegancia callejera dura. Este fue también el
caso de McQueen, en cuyo desfile las mujeres desfilaron con botas de combate
con tachuelas doradas, estampados florales o mini guitarras y saxofones de
lentejuelas con tacones de plexiglás con flores en el interior.
Una visión de la moda particularmente bella, concebida por
una diseñadora reconocida por su disonante estética y su atrevido sentido de la
feminidad.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
corresponsal colombia
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