Los cuadros escoceses
de Versace
Una horda de cuadros escoceses desfiló por la pasarela
durante el último desfile de la casa Versace para la colección otoño 2018,
presentada el sábado por la noche en un palazzo barroco de Milán.
Al igual que la estridente mezcla de estilos de una banda
sonora, el tartán apareció en toda clase de combinaciones imposibles junto a
los estampados propios de la casa. Desde faldas escocesas rojas al más puro
estilo colegiala, a las mangas de lana del clan Stewart de abrigos de seda
dorada y trajes Zoot de lana escocesa de las Tierras Altas.
Si todo esto suena un poco confuso es porque al fin y al
cabo lo fue. El efecto se vio intensificado por la decisión de calzar a varios
hombres y mujeres de este desfile mixto con plataformas imposibles al más puro
estilo "Pinball Wizard", terminadas con correas y tachuelas de metal.
Para ser justos, no fue un fracaso total. Sin duda hubo elementos
comerciales fuertes; desde bufandas universitarias de flecos con la palabra
Versace o con uves enormes y trajes de corte elegante, a gabardinas increíbles
de piel sintética de tigre y una colección de zapatillas tipo patchwork con
motivos de frisos griegos.
Dicho esto, se respiraba tensión en el ambiente por la forma
de actuar de la casa bajo los enormes candelabros dorados que adornaban el
palazzo milanés. Era la quinta vez consecutiva que el backstage de Versace
permanecía cerrado en un desfile. Lo cual no es un signo de tranquilidad en
ninguna casa de moda. Especialmente en Versace, ya que en Milán no deja de
correr el rumor de que Donatella se resiste a admitir un nuevo director
creativo en la casa, sea cual sea la estructura jerárquica que se adopte.
Por tanto, fue imposible preguntarle a la normalmente
voluble Donatella su opinión sobre la puesta en escena del desfile. Quizás
fuese lo mejor, teniendo en cuenta la modestia del mundo de la moda.
Recibida con un tímido aplauso, la diseñadora desapareció
entre fuertes medidas de seguridad justo después de acabar este desfile con
tintes escoceses. Nunca pensé que viviría para ver el día en que la casa de la
Medusa trajera de vuelta a los Bay City Rollers, pero eso es exactamente lo que
sucedió esta noche en Milán.
corresponsal colombia
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