Christian Dior
reivindica lo mejor del 68
La habilidad de la moda para predecir el futuro y presagiar
los cambios sociol贸gicos qued贸 patente en la 煤ltima colecci贸n de Maria Grazia
Chiuri para Christian Dior, que fue divertida y vibrante. Como la dise帽adora ha
acostumbrado a hacer desde que lleg贸 a la casa, en esta ocasi贸n ha vuelto a
mostrar con estilo su agenda feminista y ha celebrado los derechos de las
mujeres. Un mensaje que, con sus colecciones previas y para su orgullo, predijo
el movimiento social m谩s importante de los 煤ltimos 12 meses, el ‘Me Too’.
Su look de apertura ya lo dec铆a todo, pues mostraba a una
modelo con un pantal贸n de cuadros y largura a media pierna, botas mec谩nicas y
un jersey de lana blanco en el que estaba escrito ‘C’est Non Non Non et Non’
(‘Es no, no, no y no’, en franc茅s). La demanda m谩s genuina del movimiento ‘Me
Too’, que dice que cuando las mujeres dicen ‘no’ quieren decir exactamente eso.
De los zuecos de militante feminista a las gorras de capit谩n
pasando por los pantalones de traje masculino y las gafas de sol rojas como las
de una estrella del rock, esta colecci贸n mostr贸 a las mujeres disfrutando, e
incluso vanaglori谩ndose, de su independencia. Una independencia lograda tambi茅n
gracias a sus madres y sus t铆as, quienes, all谩 por los a帽os 60, celebraron lo
mismo en un maravilloso escenario cortes铆a de Alex de Betak.
Hab铆a un gigantesco collage de 80 metros de largo con
portadas de Vogue y Harper’s Bazaar, p贸steres de ‘girl power’ e im谩genes de
marchas de protesta con mensajes en ingl茅s, italiano y franc茅s. Algunos de los
m谩s destacados eran ‘Attenzione, parole libere’ (‘Atenci贸n, discurso libre’),
en italiano o ‘La Beaut茅 est dans la rue’ (‘La belleza est谩 en la calle’), en
franc茅s. A ellos hay que sumar unas fotos en blanco y negro seleccionadas de
los archivos de Dior y fechadas en 1966 que mostraban a un grupo de mujeres
delante de una boutique de Dior con unas pancartas en las que se pod铆a leer
‘¡minifaldas para siempre!’ y ‘¡Dior, injusto con las minifaldas!’. Fue un
mensaje claramente escuchado por la maison en aquella 茅poca, pues a partir de
entonces el director creativo Marc Bohan decidi贸 lanzar Miss Dior, una
colecci贸n m谩s juvenil de ready-to-wear que llevaba a la casa hacia una
direcci贸n m谩s fresca.
“Esto sucedi贸 en un tiempo en que Diana Vreeland fue
bautizada como terremoto de juventud y que de alguna manera cambi贸 todo en el
mundo en los a帽os sesenta. Fue un movimiento en Inglaterra y Francia que se
extendi贸, ech贸 abajo las viejas reglas y revolucion贸 la moda. Y creo que
nosotros hoy estamos viendo exactamente lo mismo a trav茅s de las redes
sociales. ¡La siguiente generaci贸n tambi茅n quiere cambiar y mejorar su mundo!”,
explic贸 Chiuri en un concurrido backstage.
Chiuri tambi茅n mostr贸 jers茅is con motivos en pro de la
prohibici贸n de las bombas y ponchos art铆sticos. Adem谩s, la mayor铆a de sus
modelos vistieron gorras, pero no unas cualesquiera, sino unas que asociar铆as
con Lenin o con Jeremy Corbyn, pero no, quiz谩s, con el comprador tradicional de
Dior.
Pero la dise帽adora italiana no es una aguafiestas. A las
mujeres Dior les gusta divertirse y por eso subi贸 a la pasarela modernos
boleros y vestidos de c贸ctel de patchwork, trajes de piel de cordero y muchos
looks transparentes, desde un vestido flamenco rojo de gasa a uno de encaje
blanco y estilo victoriano. Y, adem谩s, las prendas reivindicaron la grasa corporal
tambi茅n como un asunto feminista.
Lo m谩s destacado de todo fue una especie de bata de
ganchillo y unos magn铆ficos vestidos de flores ce帽idos, como la mitad de las
prendas de la colecci贸n, por grandes cinturones de cuero con enormes letras D
por hebilla.
La banda sonora capt贸 perfectamente el esp铆ritu de libertad
del desfile, pues incluy贸 una serie de canciones de Kate Bush. “Ella es la
m煤sica con m谩s fuerza. Ese es el motivo por el que suena en este desfile”,
coment贸 el DJ Michel Gaubert, encargado de poner las pistas.
La presentaci贸n tambi茅n pregon贸 el cambio de mandos en Dior,
con Pietro Beccari sentado en la primera como nuevo CEO, justo enfrente de su
predecedor en Dior, Sidney Toledano, y su sucedor en su antiguo puesto, Serge
Brunschwig, que es el nuevo CEO de Fendi.
Chiuri sali贸 a saludar al p煤blico entre un aluvi贸n de
aplausos, su m谩s sonado reconocimiento desde que entr贸 en la casa. Pero uno no
puede dejar de mencionar que el mecenas de Dior y hombre m谩s rico de Francia,
Bernard Arnault, estaba notablemente ausente.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
corresponsal colombia
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