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viernes, 9 de marzo de 2018

Tendencias de mujer para el otoño-invierno 2018-19


Tendencias de mujer para el otoño-invierno 2018-19


Esta temporada, los diseñadores se han planteado más que nunca la feminidad, el poder de las mujeres y su imagen. Todos han participado en el debate surgido a raíz de los escándalos de acoso sexual, cada uno con su propia visión. En las colecciones de prêt-à-porter femenino para el otoño-invierno 2018-19, vemos a una mujer que encuentra el equilibrio entre la fuerza y la dulzura, que trasluce. Asume y reivindica su feminidad, pero los códigos masculinos siguen presentes en el vestuario femenino. Los volúmenes amplios, la tendencia multicapa, los largos maxi ponen de manifiesto la necesidad de imponer y protegerse. Mientras que los colores vivos, la luminosidad y los detalles excéntricos aportan un soplo de aire fresco.

1) Maxi


Aunque los minivestidos y las minifaldas siguen en voga, los largos maxi toman la delantera. Los abrigos hasta los pies estuvieron presentes en todas partes, especialmente en los desfiles de Chanel y Giambattista Valli. El abrigo adopta un aire de albornoz flojo que se arrastra por el suelo. Te envuelve con sus mangas extralargas y sus cómodos volúmenes. En la misma línea encontramos vestidos amplios y fluidos, especialmente de satén, que caen a lo largo de las piernas hasta acariciar los tobillos, en un estilo bohemio y sensual.

2) La capa-manta


Ya la descubrimos hace varias temporadas, pero la capa-manta se posiciona como accesorio indispensable en un vestuario cada vez más descompuesto. Sobre los hombros, la capa-manta funciona como chal o mantón (Roksanda, Junko Shimada, Lemaire), o como poncho, como vimos en el desfile de  Isabel Marant. Se convierte en un vestido entallado a la cintura con Giorgio Armani, o se sujeta con tirantes en la versión de Beautiful People. También funciona como falda si la atamos a la cintura y se lleva en bandolera como un bolso en Hermès. En los desfiles de Gucci y Alexander McQueen, la manta se convierte en abrigo.

3) Pelo y peluche


Siempre apoyándose en la idea de la protección, los diseñadores multiplican los estilismos de espíritu cocooning, poniendo a prueba su ingenio para inventar estrategias para remplazar las pieles auténticas.  Las prendas de pelo largo despeinado imitando el pelo de cabra o de lana peluda están por todas partes: en abrigos y pantalones Grizzly con hilos de lana en Issey Miyake, de colores flúor en los jerséis de Balenciaga y con flecos de plástico en los vestidos de Prada. Las chaquetas y cazadoras de piel de borrego también están omnipresentes, al igual que las vaporosas plumas de avestruz que adornan bolsillos, cuellos y mangas, por ejemplo, en forma de puños (Angel Chen, Carolina Herrera, Dries Van Noten, Anaïs Jourden).

4) Multicapas


Las superposiciones, las prendas de dos o incluso tres capas encarnan a la perfección la actitud del próximo invierno, que se presenta duro según vemos en estas colecciones. Se trata de un estilismo personalizado, que se va deshojando a pesar del clima. Beautiful People amontona tres gabardinas una sobre otra, mientras Balenciaga hace lo propio con cortavientos. Otros diseñadores optan por colocar dos abrigos sobre las modelos (Issey Miyake, Victoria Beckham, Rochas, Gabriela Hearst). En el desfile de Sacai, las chaquetas se desdoblan en cazadoras. En esta línea, los forros de los abrigos salen del anonimato para convertirse en prendas de pleno derecho con materiales y colores en contraste. Comme des Garçons va mas lejos aún con trajes milhojas.

5) Híbrido "dos en uno"


Mezclar materiales se ha convertido en el pasatiempo preferido de los diseñadores. Pero ya no se conforman con un parche o una pieza aquí y allá. Parece que los trajes patchwork ya les aburren y se han pasado al divertido juego del "dos en uno". Los prendas "bimateria" están de plena actualidad y surgen las combinaciones más alocadas, como el abrigo de pata de gallo por arriba y plumas de colores por abajo de Balenciaga o el modelo de piel de borrego y cuadros de Undercover. El no va más es ofrecer dos estilismos por el precio de uno, con dos estilos bien diferenciados a izquierda y derecha (Jour/né, Sacai, Uma Wang, Off-White, Thom Browne, Annakiki).

6) Colores vitaminados


Rojo amapola, fucsia, azul cian, verde manzana, flúor, morado intenso, amarillo oro, etc. La energía pop inunda las colecciones con un sinfín de vestidos y conjuntos monocromáticos de colores puros e intensos. Una auténtica inyección de vitaminas para ver encarar el futuro con optimismo o con candor en un dulce regreso a los colores azucarados y acidulados de la infancia, donde el rosa chicle lleva la voz cantante.

7) El punto


El punto (vestidos, pantalones, polainas, medias, abrigos, chaquetas) así como los jerséis, a poder ser oversize y flojos, ocupan un lugar privilegiado en el armario femenino. Pero todavía adquieren más volumen con un juego de trenzas y superposiciones. La versión ultrasuave de mohair destaca sobre el resto.

8) El vestido-blazer


Después del vestido-abrigo, llega el vestido-blazer. Directamente sobre la piel desnuda, la americana masculina se transforma en vestido de forma sencilla ofreciendo un estilo elegante y sensual. Haider Ackermann utiliza la chaqueta de un esmoquin y la combina con medias de color, Isabel Marant la ajusta a la cintura con un cinturón, muy escotada y entallada con un chal en contraste queda terriblemente sexy en Jacquemus, Alexander Wang le quita las mangas para conseguir un efecto aún más atractivo.

9) Acolchados


Este tejido, que suele utilizarse para forros, cobra un gran protagonismo. Entra en el vestuario femenino con todas sus connotaciones ecuestres, de la silla de montar a la chaqueta de equitación, otro filón que ha caracterizado las colecciones otoño/invierno 2018-19. Las propuestas para el próximo invierno son numerosas: traje pantalón plateado en Balmain o en versión dorada de la mano de Lutz Huelle, abrigo largo de color azul de  Nina Ricci o algo más barroco con los estampados de la casa de Emilio Pucci, en versión falda en el desfile de Derek Lam, camisa de  Albino Teodoro, chaqueta de Peter Pilotto... También encontramos insertos de tejido acolchado en las propuestas de Marine Serre, Aalto o Carven.

10) Toda la atención sobre el rostro


Entre el instinto de protección y las referencias religiosas, el acto de cubrir/disimular/maquillar el rostro ha condicionado un buen número de colecciones, como si protegerse del exterior y de las miradas indiscretas se hubiese convertido en algo vital. Prueba de ello es el protagonismo adquirido por los pasamontañas. Los hemos visto en Nueva York reinterpretados en ganchillo por Raf Simons para Calvin Klein, en Milán con Gucci, en París en los desfiles de Marine Serre, Dior, Lanvin, Martin Margiela, Chanel y Balenciaga. Además, es un pañuelo (Richard Quinn) o un velo (Erdem) que cubre el rostro, cuando no está directamente pintado (Rick Owens, Gucci, Moschino) o recubierto de lentejuelas (Giambattista Valli).




Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.

corresponsal colombia
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