La naturaleza y la
sostenibilidad toman las pasarelas de la segunda jornada del BFW
Entre los estampados naturales vegetales y la temática de la
sostenibilidad, se llevó a cabo este miércoles 3 de abril la segunda jornada
del Bogotá Fashion Week, en el Centro de Convenciones Ágora, con 9 desfiles y
performances que presentaron a más de 18 marcas y diseñadores.
El primer turno en la pasarela fue para Carolina Estefan
quien presentó su colección "Prana", inspirada en la reconexión con
la esencia de la vida y las energías. En la misma pasarela, la colombiana Hossh
reveló su colección "Amazonía", inspirada en la selva colombiana y su
preservación. Ambas en tonos de azules, verdes, naranjas, amarillos, rojos y
estampados vegetales.
Bettina Spitz, por su parte, mostró una colección
enriquecida con sus bordados y detalles característicos, de tendencia urbana y
casual en tonos cremas y pálidos: desde el palo rosa, el beige y el nude, hasta
el blanco, el gris y el negro, con acentos y bordados en brillos, hilos de
plata y lentejuelas.
Mangas acampanadas, cinturas marcadas, talles altos y una
mezcla ecléctica de los códigos tradicionales de la elegancia, con un toque
irreverente y juvenil, fueron la apuesta de la diseñadora que sacó a relucir
sus orígenes colombo-alemanes, combinando lanas a cuadros, con popelinas,
satines y terciopelos en 21 looks impecables.
Entre los desfiles se llevó a cabo un performance de calzado
y marroquinería, donde se presentaron 11 diseñadores y marcas nacionales, con
piezas únicas de alto nivel creativo y calidad, destacando el “know how”
colombiano para la marroquinería y el trabajo del cuero, donde predominaron los
trenzados en piel, los enchapes en baño de oro, los volúmenes geométricos y las
micro perforaciones.
La cuarta diseñadora en presentarse fue Adriana Santacruz
con su colección "Geometría" para el invierno 2019 - 2020. Ella optó
por los algodones, las lanas y las telas de fabricación artesanal con mezclas
arriesgadas de patrones bordados en tonos neutros con acentos, donde
predominaron los ponchos en todas sus declinaciones.
Las bases de un solo fondo con cenefas de color, cuadros
bordados y flecos fueron algunas de las composiciones de la diseñadora que más
llamaron la atención por su propuesta de vanguardia que reconstruyó por
completo la tradición del tejido artesanal local.
Con colores arriesgados, largos no convencionales y combinaciones
poco comunes que terminan por funcionar muy bien, la sastre rebelde, Lina
Cantillo, presentó "Amante", su colección masculina. La diseñadora,
que cumple más de dos décadas abanderando el diseño de la moda para hombres en
Colombia, logró una vez más ser el centro de todas las miradas con sus abrigos
de largo completo y las chaquetas de sastrería europea, hechos en tela de
hamaca, con patrones inspirados en las etnias africanas. Estos englobaron de
manera perfecta el grafísmo africano junto a la tradición y manufactura
colombiana bajo un idioma sofisticado y de lujo. “Mi colección es como el BFW,
tejiendo futuro”, declaró a FashionNetwork.com la diseñadora barranquillera,
haciendo referencia al lema del evento.
Con 28 looks masculinos y un sastre de mujer, Cantillo
vistió a los hombres con tonos de azul baby, mostaza, azul turquí, verdes en
todas sus tonalidades, anaranjados, negros y cafés en todos sus derivados,
jugando con mezclas arriesgadas de estampados que engalanaron su estética.
Jorge Duque antecedió a Palmacea en el cierre de la jornada,
con su colección "Mi Moisés". Sus prendas estaban cargadas de
identidad y predominaron en ellas los tonos de verde, azul, nude, terracota y
vino, con toques brillantes en dorado y plomo. Sus siluetas femeninas, con
cortes ceñidos al cuerpo, transparencias y cortes sensuales, hacían que incluso
sus looks tradicionales para el día contaran con ese "je ne sais
quoi" que caracteriza el diseñador que ha sido protagonista de los más
grandes desfiles de los últimos años en el país.
La moda de playa de Palmacea culminó la segunda fecha de
pasarelas, con un deleite entre hormas impecables, siluetas femeninas en una y
dos piezas, con una variedad de estampados tropicales, alegres y coloridos, en
técnicas de fusionado y detalles artesanales.
Los colores tierra y los tonos neutros con inspiración en la
naturaleza dieron paso a estampados florales y vegetales, que sumados con las
técnicas artesanales de tejido y el rescate de las tradiciones locales evocaron
un cambio generacional, preparando al consumidor para la próxima década.
“Ha habido una evolución muy grande en diseño, acabados,
propuestas, tendencias, coherencia en los desfiles...”, señaló Nina García de
manera oficial durante la segunda jornada del BFW.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
corresponsal colombia
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