Issey Miyake y Schiaparelli llenan de
surrealismo la pasarela
Desde un jersey infinito hasta una chaqueta con botones en
forma de ojo, la moda pretende salir de la rutina con detalles surrealistas,
como demostraron este domingo en la Semana de la Moda de París Issey Miyake y
Schiaparelli, en la presentación de sus colecciones otoño-invierno 2020/21.
La firma japonesa incoó ha encontrado su nicho en los
desfiles espectáculo y ha comprendido que, si estos son el momento de
transmitir la emoción que hay detrás de la colección, la pasarela no puede ser
sólo una procesión de modelos.
Abrieron el espectáculo dos artistas que dibujaron sendas
siluetas en un muro blanco. Están siluetas fueron luego recortadas y por y el
hueco que dejaron en la pared comenzaron a salir las maniquíes con conjuntos de
punto en blanco y negro, como si realmente fueran un boceto.
Destacaron los colores tierra, como el terracota y el marrón
oscuro, pasando por tonos crema en largos abrigos de lana a modo de capas,
mientras que el lila -color de moda para este verano- entra también en la línea
invernal de Miyake con abrigos impermeables de estampados gráficos en un tejido
tan volátil que parecía papel.
En el carrusel final, grupos de modelos paseaban unidas en
jerséis cuyas mangas se prolongaban hasta el siguiente jersey creando una
cadena. Una declaración de igualdad y cariño singular en este sector.
"¿Estamos unidos más allá de los idiomas y culturas por
las emociones que compartimos?", preguntaba la marca al público en una
nota; el mensaje coincide con una Semana de la Moda particular, donde
diseñadores, compradores y otros invitados intentan evitar el contacto físico por
la epidemia del coronavirus.
A dos días de que termine la presentación de las tendencias
del próximo otoño-invierno, también mostró su colección la casa de alta costura
Schiaparelli, que con el diseñador estadounidense Daniel Roseberry a la cabeza,
ha empezado a trabajar unas líneas muy potentes de prêt-à-porter.
Los códigos de la diseñadora surrealista estuvieron
presentes en botones de ojos, candados y cerraduras en chaquetas masculinas y
en estampados impresos sobre camisas y vestidos de seda con imágenes directamente
escaneadas en los estudios de la marca: pulpos, tarros de perfume y pieles de
animales.
En joyería, Roseberry ha dado rienda suelta al surrealismo
de la fundadora de la firma, Elsa Schiaparelli, amiga de artistas como Salvador
Dalí: una oreja dorada con aros se convierte en un pendiente o una muela sirve
para engarzar una perla.
Una tendencia divertida que promete dar mucho de que hablar.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
corresponsal colombia
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