Fendi hace
súper lujo con el respaldo de Giorgio Moroder
Lujo a raudales,
desplegado con cariño en una gran colección de Fendi, cuyo mayor protagonista
fue la banda sonora, una brillante interpretación del padre de la música disco,
Giorgio Moroder.
Todo fermentado con
ingenio y humor; de las bolsas de baguette construidas con piel de oveja,
hechas para parecerse al pan fresco; a los maravillosos blusones de mezclilla
oversize creados con visón o piel de oveja.
Presentado en un
conjunto genial, con una serie de bolas de discoteca plateadas que circulan en
una pista de aluminio elevada por encima de las cabezas de los 1200 invitados a
este espectáculo.
En Milán, puedes saber
si una marca está de moda por la cantidad de fanáticos y fotógrafos callejeros
afuera. Bueno, a pesar del clima frío, un par de miles de personas se apiñaron
frente a la sede central de Fendi en Milán, cuyo espectáculo se llevó a cabo en
su espacio oficial en Via Andrea Solari.
En el interior, había
un intenso estado de ánimo de expectativa, cuando las luces se apagaron y
Moroder, de 82 años, entró en acción.
Al igual que la banda
sonora, una partitura original encargada para el espectáculo, la colección
abrió muchos caminos nuevos.
Primero en sastrería;
ya fueran camisas de fieltro gris que se transformaban en ponchos o minicapas
con dobladillo deshilachado, como Clint Eastwood haciendo alta costura. Con
muchos tops de una sola manga, brillantes en chenilla acuática o cachemir
antracita. Además, reflejando una de las principales tendencias de la moda
masculina, los abrigos cruzados al tobillo. Uno incluso estaba terminado con un
borde irregular.
“Quería ropa que fuera
sexy y te hiciera sentir bien. Donde sales por el día con ropa suave y
relajada. Entonces por la noche, quieres brillar. Sin embargo, también quería
esta sensación de que puedes ir a trabajar y luego directamente a bailar, antes
de volver a trabajar”, se rió entre dientes la diseñadora de ropa masculina
de Fendi, Silvia Fendi, en un backstage lleno de gente.
Gran parte de la
colección se combinó con una gran serie de totes con logotipos de letras en
relieve, de elegantes riñoneras distópicas con múltiples bolsillos. Lo mejor de
todo, todo tipo de monogramas geométricos y trucos de logotipos, jugando con
las batas de la casa en gruesas bufandas de cachemira, mantas de mohair o
bolsas de fin de semana.
Y expresando el
optimismo recién descubierto que inunda a Milán, el color de moda de esta
temporada, el púrpura imperial romano, se ve en pantalones de cuero, carteras
de cuero sin curtir; chaquetas camiseras de piel de venado.
El clímax de una gran
declaración de moda, que produjo un prolongado aplauso al final cuando Silvia
hizo su reverencia.
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