McQueen: Banshees en las Bellas Artes
McQueen cerró la jornada con un desfile dedicado al mito más irlandés de todos, la banshee. Una imagen ideal para una casa como McQueen de mujeres fuertes con poderes mágicos. La banshee, que tiene su origen en el gaélico bean sà , o mujer del montÃculo de hadas, llegó a ser conocida como el espÃritu femenino que cantaba lamentos en los funerales o incluso anunciaba la llegada de la muerte.
El desfile se llevó a cabo en el interior del Beaux Arts, que parecÃa estar en proceso de renovación, pero en realidad era una instalación de Tom Scutt, que utilizó réplicas para que pareciera que McQueen habÃa arrancado el suelo de baldosas central y construido una pasarela de acero. Todo cubierto de hielo seco en el desfile.
El diseñador Sean McGirr hizo una versión de las famosas técnicas de sastrerÃa de McQueen en trajes ajustados, cortados con grandes solapas y ligeramente fruncidos para darles ondas y mucho impacto. Se llevaron con cuellos de 15 pulgadas de largo en las camisas de hombre; o camisas de esmoquin con cuello de piqué, sus cuellos rematados con cinturones. El elenco caminó con botas de plataforma con suela de madera o sandalias con trabillas para cinturón.
Aunque la clave del desfile fue la gran creación de imágenes: vestidos de muñeca de trapo verdaderamente hermosos de gasa rasgada y cristales de Swarovski. Un trÃo de vestidos de tul blanco brillante rasgado, uno rematado con un deslumbrante vestido de fiesta con lentejuelas doradas y cuello de salteador de caminos. El clÃmax lo puso una malla plateada y una columna de cristal que lo cubrÃa de pies a cabeza: una hermosa banshee si alguna vez hubo una.
El desfile marcó el segundo de McGirr para la casa, y ciertamente demostró esta noche que tiene el talento para el diseño para llevar adelante esta casa.
Su reverencia fue recibida con grandes ovaciones y un toque de aullido de banshee. Este es un nombramiento que los jefes de Kering hicieron bien.
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