Balenciaga: puro y sin adulterar
Aquellos que aman la moda oscura, dura, nocturna y, a menudo, elegante para todo clima, no deberían haberse perdido el último desfile de Balenciaga del diseñador Demna.
Las necesidades básicas de un desfile de esta temporada, con una pasarela estrecha y claustrofóbica con cortinas de 20 pies de alto a cada lado. Todos los elementos del escenario del desfile hechos en negro.
Una advertencia pública en voz alta por parte de un maestro de ceremonias para que ocupáramos nuestros asientos y un minuto de "Moonlight Sonata" de Dr. Death + Mr. Vile, antes de sumergirnos en el singular mundo de Demna.
Comenzamos con lo básico: un tipo con traje negro y corbata que podría haber pasado por seguridad del desfile. Un muchacho con pantalones oscuros y chaleco de plumas que podría haber sido de Uniqlo . Luego, la acción comenzó con los daguerrotipos de Demna: una chaqueta bustier acolchada matelassé súper cool, para hombres y mujeres; un redingote de cuero de dios del rock; un tejido de punto acanalado para hombres que llegaba hasta la rodilla.
Mucho estilo de refugiado que regresa, con hombres con camisetas sin mangas rotas; botas de motociclista del interior y chaquetas de mezclilla con capuchas de piel tan grandes que toda la cara estaba oculta.
En definitiva, se trató de un desfile con una declaración de intenciones, a cargo de un caballero refugiado de Sujumi, la capital de la provincia georgiana de Abjasia, un estado bandido separatista impuesto a la población local por Putin. El
estilo chic de los refugiados no es sólo una declaración de estilo de moda, sino una indicación en un desfile del peligroso precio que Europa del Este podría pagar por la aceptación por parte de Donald Trump del líder totalitario de Rusia.
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