Ukumarí cumple una década siendo un modelo de conservación en la región
El bioparque de Pereira alberga más de 500 animales
rescatados y fortalece la educación ambiental en un país con 19.228 especies
protegidas en sus parques naturales.
El Bioparque nació de una decisión valiente: dejar atrás el
antiguo zoológico Matecaña para convertirlo en un santuario verde, vivo y abierto, donde la
educación ambiental, el bienestar animal y la ciencia aplicada guían cada paso.
Diez años después, el bioparque demuestra que una ciudad puede cuidar de su
fauna, inspirar a sus ciudadanos y mover la economía local sin renunciar a la
ética del cuidado.
A lo largo de este tiempo, más de 3,3 millones de personas
han recorrido sus senderos, aprendido con sus guías y se han emocionado con
historias de segunda oportunidad. Hoy, Ukumarí alberga más de 500 animales de
108 especies, muchos de ellos rescatados de situaciones de tráfico, maltrato o
entregas voluntarias; individuos que no pueden volver a la vida silvestre y que
aquí encuentran bienestar, acompañamiento veterinario y enriquecimiento ambiental.
“Ukumarí no reemplaza la selva, pero sí enseña a respetarla
y amarla. En un país urbano que se desconecta cada día de la naturaleza, cada
vida que cuidamos es una victoria y cada visita es una semilla que
sensibiliza”, afirma Raúl Murillo, gerente del bioparque. “Nuestro compromiso
es simple y profundo: educar para conservar y demostrar que la conservación
también sucede en la ciudad”.
El bioparque consolida un modelo que articula conservación
ex situ e in situ, investigación con flora nativa, monitoreo de especies
sombrilla —como el oso de anteojos y el danta de montaña y jaguar—, y la
recuperación de humedales estratégicos para la región. Este enfoque se traduce
en metas medibles: estándares de bienestar animal acreditados por la Asociación
Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios - ALPZA desde 2022, programas
de medicina preventiva y espacios diseñados para reducir el estrés y promover
conductas naturales.
La apuesta también es social y económica. Ukumarí genera 111
empleos directos priorizando la vinculación de población vulnerable del entorno
y activa cadenas de proveedores locales, desde productores agrícolas hasta
operadores turísticos.
Risaralda ha escalado posiciones en el Índice de
Competitividad Turística Regional de Colombia (ICTRC). En 2024, el departamento
subió del quinto al cuarto puesto, convirtiéndose en el más competitivo en
turismo dentro del Eje Cafetero y Ukumarí es una de los destinos más buscados
por los visitantes en la región por ser un espacio apto para toda la familia,
de fácil acceso y precios asequibles,
que permiten el mantenimiento adecuado de las instalaciones y el impulso del
turismo de la región.
De cara al futuro, Ukumarí se propone crear una bioregión
amazónica al interior del parque, levantar un hotel sostenible para extender la
experiencia educativa y sumar tecnologías inmersivas (realidad aumentada,
pantallas 4K) que acerquen a los visitantes a nuevas formas de comprender la
biodiversidad. No se trata solo de crecer en infraestructura: se trata de multiplicar
el impacto pedagógico y seguir formando embajadores de la naturaleza.
Ukumarí en
cifras (2015–2025)
● Área
habilitada: 20 ha (de 44 disponibles).
● Visitantes
acumulados: 3,3 millones+.
● Especies:
108 | Animales bajo cuidado: 500+.
● Empleos
directos: 111.
● Acreditación
ALPZA vigente desde 2022.
En medio de la crisis global de biodiversidad, Ukumarí
ofrece una respuesta concreta: una pedagogía del cuidado que empieza en el
barrio y se proyecta a la región. No es una solución total —ningún bioparque lo
es—, pero sí un puente entre la ciencia y la ciudadanía, entre la empatía y la
responsabilidad, entre la ciudad que somos y la naturaleza que aún podemos
salvar.
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