Michael Kors: Calma al mediodía
El actual rey de
la sofisticada ropa deportiva estadounidense, Michael Kors, rara vez pareció
estar en mejor forma, cuando saludó a sus fans al mediodía del jueves después
de su último y elegante desfile.
Su colección y
desfile primavera/verano 2026 fue un testimonio de cómo, 44 años después de
fundar su marca, Michael sigue teniendo una visión muy clara de lo que las
mujeres desean. Como se vio en este desfile, presentado con aplomo y precisión
desenfadada en
un gigantesco
almacén restaurado de ladrillo rojo cerca del río Hudson. Y recibido con
entusiasmo por la primera fila de Michael, repleta de estrellas deslumbrantes,
y por una pasarela con un hermoso elenco multigeneracional.
Los editores, con
sus celulares en la mano, se pusieron a comer frenéticamente antes del show
cuando Gwyneth Paltrow apareció para sentarse en primera fila junto a Olivia
Wilde, rodeada de una multitud de influencers y socialités como Nicky Hilton.
Paltrow lucía una juventud casi preternatural. Claro que el objetivo de su
imperio de bienestar, Goop, es precisamente lograr ese efecto.
Aunque el mayor
dramatismo residía en la banda sonora: una brillante combinación del DJ francés
Sébastien Léger, una mezcla de la Orquesta Filarmónica de París sobre "La
Balada de Lucy Jordan" de la gran Marianne Faithfull.
Los looks de
apertura de Kors destilaban desenfado y desenfado: atrevidas blusas de seda blanca,
abiertas hasta el ombligo y rematadas con brillantes amuletos plateados;
camisetas sin mangas combinadas con vaporosos pantalones dhoti; o vestidos tubo
con frunces perfectos, dignos de una diosa griega moderna.
Elegante pero
siempre práctico: la mayoría de los looks se completaban con sandalias de tacón
grueso; muchos bolsos de la más suave piel de becerro que se plegaban
fácilmente en un puño.
En sastrería,
diseñó chaquetas de esmoquin extragrandes y sin mangas, o blazers sin solapa y
con cinturón. Aunque sus looks más elegantes fueron una serie de gabardinas y
vestidos de cuero perforado. Y su pieza más imponente, en un final dorado, fue
la divina gabardina dorada que lució la belleza sursudanesa Adut Akech.
“Quería mostrarle
a la gente que se puede ser sexy sin ser obvia. Que ver cómo se mueve la ropa hermosa
es nuestra forma de vivir”, explicó Kors después del desfile, en la
inauguración oficial de la Semana de la Moda de Nueva York.
La mayoría de los
atuendos se complementaron con borlas de cuero, usadas en el ribete de los
bolsos o incluso como pendientes, mientras que los escotes se remataron con
gruesos collares de madera con adornos.
Se percibía que
todo el elenco se sentía muy a gusto con cada look, listo para salir del
desfile al sol con entusiasmo.
“Quería que todo
tuviera esa suavidad, pero con una actitud a medida. Y quizás llevar a la gente
a un lugar donde sintieran un poco de calma. El mundo no está tranquilo hoy. Y
necesitamos calma”, explicó el diseñador, mientras el reloj marcaba el
mediodía.
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