Fendi
Otoño Invierno
2016/2017
Roma
Las revueltas aguas, las estatuas de mármol de estilo
barroco, el cielo nocturno apagándose de un intenso azul, y las figuras que
parecían caminar sobre las aguas frente a la Fontana de Trevi: todo un
espectáculo de moda inolvidable y emocionante.
Desde "La Dolce Vita", película de Federico
Fellini de 1960 que contó con Anita Ekberg retozando en las aguas, la famosa
fuente no había albergado un evento tan espectacular como este desfile de Fendi
Roma Alta Costura. A pesar de los trajes de cuento de hadas, las modelos no
resultaban exageradas ni decadentes, sino que nos transportaron a un mundo de
bosques y castillos, flora y fauna.
Cuando el mismísimo Karl Lagerfeld subió junto a Silvia
Venturini Fendi a la pista de plexiglás transparente construida sobre el agua y
lanzó de espaldas tres simbólicas monedas, el público estalló en aplausos. Se
anunciaba ya un espectáculo que marcaría la historia de la moda.
La celebración fue triple: los noventa años desde la
fundación de Fendi en Roma como empresa de pieles; la asombrosa cifra de 51
años de Karl como diseñador; y la restauración de la Fontana di Trevi que la
familia Fendi ha regalado a la ciudad; y no obstante Fendi sólo recibió la
aprobación final por parte del alcalde de Roma 24 horas antes del evento, de
acuerdo con Pietro Baccari, CEO de Fendi–. Este dio un emotivo discurso después
del show en la cena al aire libre en la terraza del Pincio, en la Villa
Borghese, acompañados del centelleo de las velas, rodeados de fuentes y con
vistas a la Ciudad Eterna.
El propio Karl, tras una lluvia de felicitaciones –desde la
estrella de cine Kate Hudson a Bernard Arnault, presidente de LVMH (propietario
de Fendi)–, dijo que les había llevado seis meses planificar y crear el
desfile.
"Se llama 'Leyendas y Cuentos de hadas', pero también
de hacer visible la increíble mano de obra de Fendi," dijo Karl, que ya
había puesto el foco, sólo dos días antes, en las petites mains que
desarrollaron todo el trabajo artesanal para el show de Chanel. Llamó a la
colección de Fendi "Los artesanos de los Sueños", fusión de la
habilidosa artesanía italiana con los cuentos de su herencia alemana.
Por lo que el espectáculo debía apreciarse desde dos angulos
diferentes: por un lado, la presentación, que fue una obra maestra visual
vitoreada desde el front row, en el que estaban desde el fotógrafo Mario
Testino a la pareja del momento: Pierpaolo Piccioli de Valentino y su antigua
socia Maria Grazia Chiuri. Dior ha anunciado oficialmente que Maria se unirá a
la casa francesa como diseñadora de la línea de mujer.
El otro ángulo lo acaparó una ropa delicada pero trabajada
intensamente. Por ejemplo, Karl siempre ha tratado a la piel como una tela,
combinando muchas piezas pequeñas de diferentes tipos para crear mezclas de
color y textura. En la fiesta posterior, me explicó que el trabajo se dividió
entre algunos talleres de París, como Maison Lemarie, y los peleteros de Fendi.
"¿Pero has visto los vestidos?", me preguntó
Silvia Fendi, haciendo notar el hecho de que este desfile no era una fantasía
en piel, sino que también contenía ropa moderna y bonita, como la chaqueta en
denim combinada con una falda corta en azul y blanco que llevaba Kendall
Jenner, que abrió el show y dio paso a vestidos largos en materiales
ligerísimos. Delicadeza y discreción definieron los looks de día o de noche.
Pero había una faceta romántica e incluso caprichosa en este
Lagerfeld, algo que no se ve muy a menudo tras la confección rigurosa de
Chanel, pero que estaba en el corazón de este espectáculo de aniversario de
Fendi. Había rosas en plena floración rosácea sobre un fondo de hojarasca en un
vestido ajustado y sin tirantes; y más rosas poblando un abrigo largo
entallado. Aunque por más que el concepto general fuera “bonito”, incluso para los pequeños bolsos bandolera,
los botines o los robustos zapatos de tacón llenaron el suelo de fantasía.
Después de ver una muestra de los dibujos de Karl para Fendi
y fotografías de ciertos detalles, anhelaba descripciones más precisas de cómo
y con qué se hacieron estas prendas.
Vi rosas oxidadas en el exterior de un abrigo de piel pálido
y esponjoso; vi una chaqueta corta de piel oscura con dibujos de corazones; y
otro abrigo de piel corto salpicado de flores. Pero no cabía duda alguna con
las piezas más impresionantes: contaban auténticos cuentos visuales.
En los vestidos o en
los abrigos, pude ver las historias de los hermanos Grimm –la princesa perdida
en el bosque, la tierra de flores mágicas, las ramas entretejidas formando una
valla cubierta de flores. ¿Había también duendes y hadas, o sólo en mi
imaginación? Tal era esta colección densamente decorada pero de factura sutil
que discurría sobre las aguas.
Algo muy profundo y romántico se extraía de la visión
personal de Karl. Y quizás sea significativo que esto haya surgido en Fendi. Su
experiencia de toda una vida junto a los
miembros de la familia ha creado un vínculo de confianza, y el papel de Silvia
Fendi en esta colección, aunque no sea haya difundido, debe haber sido
significativo.
La gestión entusiasta de Pietro Baccari y la construcción
bajo su mando de una nueva sede de Fendi en un edificio modernista en los
límites de la ciudad también han contribuido en dar a Karl un lugar de trabajo
en Roma y un vínculo con la ciudad.
Formará parte de la propia leyenda de Karl esta oda a Roma
que ha creado, a la belleza y a la artesanía, en un momento en que las placas
tectónicas de la moda –y de la historia de Europa– parecen tambalearse.
Al menos por una noche encantada, el desfile de moda de
Fendi hizo soñar a su audiencia.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
corresponsal colombia
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