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viernes, 16 de diciembre de 2016

Medellín, ciudad mundial de la bicicleta… la bicicleta eléctrica.

Medellín, ciudad mundial de la bicicleta… la bicicleta eléctrica.


Una iniciativa privada y pública busca que este medio de transporte se integre a los sistemas masivos existentes, como el metro y el metrocable.

Conforme a la nueva ley 1811, la cual promueve el uso de la bicicleta en el territorio nacional.


Ciudades europeas como Ámsterdam o Copenague siempre se han destacado porque la bicicleta es el medio de transporte más utilizado por los ciudadanos, con los beneficios para la salud, la movilidad y el medio ambiente que ello trae, y Medellín quiere llevar esta iniciativa un paso más allá.

La división Tronex industrial de la compañía tecnológica Trónex, con sede en Medellín, está liderando una idea para que cada ciudadano pueda usar una bicicleta eléctrica para movilizarse, ya sea propia, de su empleador o que pertenezca a la ciudad, y que por ende la pueda recoger en un punto y dejarla en uno distinto de la ciudad para que otra persona la utilice, todos vinculados a esta estrategia.

El proyecto contempla construir estaciones públicas en las que converjan las bicicletas con el sistema integrado de transporte, además de estaciones de destino en empresas o centros comerciales, y con destino final hasta los hogares si así lo define la política de cada compañía

El modelo consiste en que la propiedad del vehículo de dos ruedas puede ser del usuario, de la empresa o del distrito o municipio, para que la utilice quien así lo desee, de tal forma que se genere un ecosistema libre alrededor de este medio de transporte, con beneficios de control y políticas como empresa privada o persona natural, pero con el apoyo del entorno de sistema integrado de transporte público y los municipios, dando una apertura y un crecimiento exponencial al sistema que no sucederá con modelos diferentes (privado-privado, publico-publico).

Según Jaime Moreno, gerente de Trónex Industrial, “el beneficio es mutuo y de ciudad, pues se ahorra el alto costo de la inversión inicial en infraestructura para el municipio, por vincular a la empresa de forma inmediata y en un ecosistema que no termina en otra estación pública sino en cualquier punto de la ciudad, incluyendo hogares, centros comerciales, fábricas o restaurantes”, y ¿dónde llegara eligiera el usuario ir? Donde tenga la estación más segura para su bicicleta o la mejor disponibilidad.

En cuanto a la recarga, se puede realizar en las compañías y en puntos estratégicos de la ciudad. Algunas bicicletas serán autónomas como las solares, mientras que otras incorporarán baterías recargables con una autosuficiencia de varias decenas de kilómetros entre recargas. “Las bicicletas tienen el uso y la vida útil de cualquier bicicleta convencional, estamos buscando que la batería sea de un rendimiento superior a los 4 años, o que al vincularse a nuestro proyecto, pueda cambiarla y usarla hasta por 5 años, este punto es clave, pues la batería  será ensamblada por Tronex remanufacturándola con celdas de la mejor calidad, es allí donde sabemos que esta el elemento más crítico de todo el sistema y es el punto más importante del proyecto”, enfatizó Moreno.



Lo interesante del sistema es que también se implementará un programa de monitoreo para saber cuánto beneficio generan, cuánta energía consumen y cuánta energía limpia entregan a la ciudad, en comparación con la contaminación que otros medios generan. Moreno resalta el compromiso ambiental y de sostenibilidad de Tronex, haciendo referencia a la imposibilidad de hablar de un sistema “100% sostenible y ambiental” cuando al final todos los elementos que la conforman van a ir a un relleno sanitario o van a ser un elemento altamente contaminante, en especial las baterías, “pero esto a todo el mundo se le está olvidando en los modelos; nosotros tenemos un compromiso con el plan de reciclaje Recopila y Recobat, y por eso sabemos de la importancia de cerrar el ciclo correctamente con respeto y compromiso con el sistema de sostenibilidad”.

Por el momento, la compañía se encuentra en la fase de definir los materiales de las bicicletas, pues el proyecto prevé implementar sistemas antivandalismo, GPS, administración de los puntos de recarga, seguros y bloqueos opcionales en las bicicletas. Adicionalmente, el proyecto va acompañado de una campaña que les confiera a estos vehículos un concepto similar al de la ‘cultura metro’, es decir, que los ciudadanos las aprecien tanto que las cuiden y les den un uso apropiado y responsable, con un sentido de pertenencia como ha quedado demostrado en el metro de Medellín.

Tronex tiene planeado que el programa piloto comience a funcionar este diciembre con 35 prototipos de bicicletas, pues la compañía facilitará la compra de algunas unidades para sus empleados y las demás serán de la empresa, con el fin de incentivar el uso racional por parte de cualquier empleado. En el parqueadero de Tronex fue habilitado un espacio de estacionamiento de 35 cupos para bicicletas y en una primera etapa la estación de El Poblado del Metro quedó habilitada con un compartimiento especial de 8 celdas para el parqueo de bicicletas.

Respecto a las políticas de uso, la idea es que las principales estaciones sean públicas y las bicicletas, privadas. En el caso de los vehículos implementados por Trónex, las bicicletas serán de libre uso, lo cual incluye llevarlas –algún día de la semana– al hogar, y separarlas y transportarse a otras estaciones, para el caso de las que van a pertenecer a la compañía. También se facilitará la compra y el estacionamiento a los empleados, con el fin de que puedan recargar en la estación de la compañía sin ningún costo y con beneficios laborales, que van desde días libres por determinado tiempo de uso, hasta bonos para gimnasios, dependiendo de la escala de salud lograda, conforme a la nueva ley 1811, por la cual se otorgan incentivos para promover el uso de la bicicleta en el territorio nacional.

En cuanto a los beneficios para el medio ambiente, cada bicicleta y estación serán monitoreadas por Internet en cuanto a consumo de energía, reducción de emisiones de CO2, kilómetros recorridos, velocidades promedio y otros servicios, y mediante una ‘app’ el usuario podrá conocer el estado del sistema integrado de transporte de la ciudad (rutas, tráfico, clima) en tiempo real.

En un principio, el prototipo de la iniciativa espera impactar entre el 12 y el 15 por ciento de los empleados de empresas en la ciudad.


Una solución ‘gana-gana’

Para el usuario: mejoran la salud y la movilidad; se darán premios por uso, habrá sitios de parqueo y los usuarios podrán acceder a lugares de la ciudad ubicados en laderas, sin esfuerzo físico, llegando en un estado adecuado o de confort.

Para la ciudad: facilita el acceso al sistema de movilidad de bicicleta eléctrica, donde convive lo público y lo privado, sin limitantes, pero además se apropia de espacios privados, donde sería imposible de otra forma; además, donde el privado hace la más alta inversión en bicicletas, estaciones etc., y se compromete con un bien público y sostenible, la reducción de emisiones, la satisfacción de los empleados y la movilidad.

Para las empresas: entregan medios de transporte sostenibles y mejoran la salud de sus empleados, permiten el acceso a otras empresas comprometidas, creando redes de colaboración importantes; se vinculan los sistemas públicos de transporte, se reducen espacios en parqueaderos que tienen alto valor y se usan de forma más eficiente, y mejora la imagen corporativa y de responsabilidad social.









Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.

corresponsal colombia
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