Medellín, ciudad
mundial de la bicicleta… la bicicleta eléctrica.
Una iniciativa
privada y pública busca que este medio de transporte se integre a los sistemas
masivos existentes, como el metro y el metrocable.
Conforme a la nueva
ley 1811, la cual promueve el uso de la bicicleta en el territorio nacional.
Ciudades europeas como Ámsterdam o Copenague siempre se han
destacado porque la bicicleta es el medio de transporte más utilizado por los
ciudadanos, con los beneficios para la salud, la movilidad y el medio ambiente
que ello trae, y Medellín quiere llevar esta iniciativa un paso más allá.
La división Tronex industrial de la compañía tecnológica
Trónex, con sede en Medellín, está liderando una idea para que cada ciudadano
pueda usar una bicicleta eléctrica para movilizarse, ya sea propia, de su
empleador o que pertenezca a la ciudad, y que por ende la pueda recoger en un
punto y dejarla en uno distinto de la ciudad para que otra persona la utilice,
todos vinculados a esta estrategia.
El proyecto contempla construir estaciones públicas en las
que converjan las bicicletas con el sistema integrado de transporte, además de
estaciones de destino en empresas o centros comerciales, y con destino final
hasta los hogares si así lo define la política de cada compañía
El modelo consiste en que la propiedad del vehículo de dos
ruedas puede ser del usuario, de la empresa o del distrito o municipio, para
que la utilice quien así lo desee, de tal forma que se genere un ecosistema
libre alrededor de este medio de transporte, con beneficios de control y
políticas como empresa privada o persona natural, pero con el apoyo del entorno
de sistema integrado de transporte público y los municipios, dando una apertura
y un crecimiento exponencial al sistema que no sucederá con modelos diferentes
(privado-privado, publico-publico).
Según Jaime Moreno, gerente de Trónex Industrial, “el
beneficio es mutuo y de ciudad, pues se ahorra el alto costo de la inversión
inicial en infraestructura para el municipio, por vincular a la empresa de
forma inmediata y en un ecosistema que no termina en otra estación pública sino
en cualquier punto de la ciudad, incluyendo hogares, centros comerciales,
fábricas o restaurantes”, y ¿dónde llegara eligiera el usuario ir? Donde tenga
la estación más segura para su bicicleta o la mejor disponibilidad.
En cuanto a la recarga, se puede realizar en las compañías y
en puntos estratégicos de la ciudad. Algunas bicicletas serán autónomas como
las solares, mientras que otras incorporarán baterías recargables con una
autosuficiencia de varias decenas de kilómetros entre recargas. “Las bicicletas
tienen el uso y la vida útil de cualquier bicicleta convencional, estamos
buscando que la batería sea de un rendimiento superior a los 4 años, o que al
vincularse a nuestro proyecto, pueda cambiarla y usarla hasta por 5 años, este
punto es clave, pues la batería será
ensamblada por Tronex remanufacturándola con celdas de la mejor calidad, es
allí donde sabemos que esta el elemento más crítico de todo el sistema y es el
punto más importante del proyecto”, enfatizó Moreno.
Lo interesante del sistema es que también se implementará un
programa de monitoreo para saber cuánto beneficio generan, cuánta energía
consumen y cuánta energía limpia entregan a la ciudad, en comparación con la
contaminación que otros medios generan. Moreno resalta el compromiso ambiental
y de sostenibilidad de Tronex, haciendo referencia a la imposibilidad de hablar
de un sistema “100% sostenible y ambiental” cuando al final todos los elementos
que la conforman van a ir a un relleno sanitario o van a ser un elemento
altamente contaminante, en especial las baterías, “pero esto a todo el mundo se
le está olvidando en los modelos; nosotros tenemos un compromiso con el plan de
reciclaje Recopila y Recobat, y por eso sabemos de la importancia de cerrar el
ciclo correctamente con respeto y compromiso con el sistema de sostenibilidad”.
Por el momento, la compañía se encuentra en la fase de
definir los materiales de las bicicletas, pues el proyecto prevé implementar
sistemas antivandalismo, GPS, administración de los puntos de recarga, seguros
y bloqueos opcionales en las bicicletas. Adicionalmente, el proyecto va
acompañado de una campaña que les confiera a estos vehículos un concepto
similar al de la ‘cultura metro’, es decir, que los ciudadanos las aprecien
tanto que las cuiden y les den un uso apropiado y responsable, con un sentido
de pertenencia como ha quedado demostrado en el metro de Medellín.
Tronex tiene planeado que el programa piloto comience a
funcionar este diciembre con 35 prototipos de bicicletas, pues la compañía
facilitará la compra de algunas unidades para sus empleados y las demás serán
de la empresa, con el fin de incentivar el uso racional por parte de cualquier
empleado. En el parqueadero de Tronex fue habilitado un espacio de
estacionamiento de 35 cupos para bicicletas y en una primera etapa la estación
de El Poblado del Metro quedó habilitada con un compartimiento especial de 8
celdas para el parqueo de bicicletas.
Respecto a las políticas de uso, la idea es que las
principales estaciones sean públicas y las bicicletas, privadas. En el caso de
los vehículos implementados por Trónex, las bicicletas serán de libre uso, lo
cual incluye llevarlas –algún día de la semana– al hogar, y separarlas y
transportarse a otras estaciones, para el caso de las que van a pertenecer a la
compañía. También se facilitará la compra y el estacionamiento a los empleados,
con el fin de que puedan recargar en la estación de la compañía sin ningún
costo y con beneficios laborales, que van desde días libres por determinado
tiempo de uso, hasta bonos para gimnasios, dependiendo de la escala de salud
lograda, conforme a la nueva ley 1811, por la cual se otorgan incentivos para
promover el uso de la bicicleta en el territorio nacional.
En cuanto a los beneficios para el medio ambiente, cada
bicicleta y estación serán monitoreadas por Internet en cuanto a consumo de
energía, reducción de emisiones de CO2, kilómetros recorridos, velocidades
promedio y otros servicios, y mediante una ‘app’ el usuario podrá conocer el
estado del sistema integrado de transporte de la ciudad (rutas, tráfico, clima)
en tiempo real.
En un principio, el prototipo de la iniciativa espera
impactar entre el 12 y el 15 por ciento de los empleados de empresas en la
ciudad.
Una solución
‘gana-gana’
Para el usuario:
mejoran la salud y la movilidad; se darán premios por uso, habrá sitios de
parqueo y los usuarios podrán acceder a lugares de la ciudad ubicados en
laderas, sin esfuerzo físico, llegando en un estado adecuado o de confort.
Para la ciudad:
facilita el acceso al sistema de movilidad de bicicleta eléctrica, donde
convive lo público y lo privado, sin limitantes, pero además se apropia de
espacios privados, donde sería imposible de otra forma; además, donde el
privado hace la más alta inversión en bicicletas, estaciones etc., y se
compromete con un bien público y sostenible, la reducción de emisiones, la
satisfacción de los empleados y la movilidad.
Para las empresas:
entregan medios de transporte sostenibles y mejoran la salud de sus empleados,
permiten el acceso a otras empresas comprometidas, creando redes de
colaboración importantes; se vinculan los sistemas públicos de transporte, se
reducen espacios en parqueaderos que tienen alto valor y se usan de forma más
eficiente, y mejora la imagen corporativa y de responsabilidad social.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
corresponsal colombia
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