La devoción se renueva
en la Semana Santa quiteña
La capital ecuatoriana se prepara para celebrar la Semana
Santa, fecha en la que la religiosidad, el arte y la cultura se entrelazan con
una amplia propuesta de actividades para vivir la fe y las tradiciones a través
de rituales ancestrales y costumbres populares, algunas, únicas en el mundo.
Las hermosas iglesias del Centro Histórico, teatros y
centros culturales serán los escenarios del Festival Internacional de Música
Sacra, pregonero de la conmemoración, que se llevará a cabo del 2 al 9 de
abril, con la participación de destacados intérpretes procedentes de España,
México, Brasil, Argentina, Chile, Estados Unidos, Canadá, Bélgica y nueve
agrupaciones nacionales.
El Festival cumple su XVI edición y durante estos años ha
presentado recitales de alabanza con tonadas del siglo XVI, obras clásicas y
música contemporánea, que transportan a la audiencia a un espacio de reflexión
e introspección por medio de los sonidos.
El 9 de abril, Domingo de Ramos, las cruces se cubrirán de
hermosos arreglos florales y el miércoles 12 comenzará oficialmente la
festividad con el “Arrastre de Caudas”, uno de los atractivos turísticos
centrales de la Semana Santa por ser el único lugar del mundo que conserva este
ritual traído por los españoles desde Sevilla. Se trata de una ceremonia de
origen militar romano de hace más de 500 años, donde se conmemora la muerte y
resurrección de Jesús como el “general” muerto. Un acto solemne lleno de fe y
de tradición.
El “Arrastre de Caudas” tendrá lugar en La Catedral, a
partir de las 11 de la mañana y estará presidido por el Arzobispo de Quito,
acompañado por un séquito de unos 24 religiosos. Al ritmo de una marcha
fúnebre, los canónigos y acólitos caminarán y arrastrarán las caudas negras
simbolizando “el perdón de los pecados”.
En la tarde del miércoles, se realizará la “Procesión de la
Luz”, una manifestación religiosa que consiste en un recorrido de dos horas por
el Centro Histórico encabezado por el Ballet Folclórico Jacchigua, en compañía
de personajes tradicionales, como los centuriones, los soldados romanos que
participan en la procesión detrás de los judíos; cucuruchos de viernes santo,
conocidos como muñecos que llevan en las manos una pértiga que ayudaba a los
penitentes a sostener el anda que cargaban durante lea procesión; almas santas,
personajes conocidos por el gran tamaño de sus conos colocados sobre la cabeza,
entre otros, portando faroles y cirios encendidos.
El Jueves Santo a las 18h00 se dará inicio el “Recorrido por los 7
monumentos”, una tradición que contempla la visita a siete templos: La
Concepción, Santa Clara, Carmen Alto, San Franciso, La Compañía, La Catedral y
San Agustín. Las iglesias adornarán sus altares con telas, damascos, platería y
un tabernáculo con un copón en el centro, que contendrá las hostias para
significar que Jesús ha sido apresado.
Como todos los años, miles de personas participarán en la
procesión “Jesús del Gran Poder” el Viernes Santo al mediodía. Es una de las
mayores manifestaciones de la fe popular que recuerda el Vía Crucis de Cristo
hacia el Calvario. Los feligreses, acompañados por algunos personajes, como los
cucuruchos, almas santas, pregoneros y verónicas, rescatan la esencia de las
procesiones quiteñas.
Este año, la ruta será la siguiente: punto de salida atrio
de San Francisco, siguiendo por la calles Cuenca, Rocafuerte, Venezuela y hacia
el norte, Manabí, Vargas, José Ríofrío, Venezuela, Manabí, García Moreno,
Rocafuerte, Cuenca y finaliza en la Plaza de San Francisco.
Asimismo, las parroquias rurales aledañas dispondrán de
eventos conmemorativos imperdibles, como la “Procesión de los Diablos” en La
Merced, una representación de los últimos días de Jesús, con una peregrinación
acompañada por personajes que llevan en sus cabezas bonetes de entre 3 y 5
metros de altura; los de color blanco son almas purificadas que han llegado al
cielo y los de color negro son almas en pena que están purgando sus pecados. O
“La Bendición del Fuego”, en Alangasí, una fiesta tradicional que mantiene
costumbres antiguas, en la que los diablos, al oir las palabras del sacerdote
salen despavoridos hacia el fuego, con el triunfo del bien sobre el mal.
Para complementar la experiencia, la organización cultural y
educativa Quito Eterno brindará salidas guiadas especiales, tanto diurnas como
nocturnas, con paseos por las fachadas de iglesias coloniales y visitas a
espacios patrimoniales.
La gastronomía también desplegará sus manjares con el plato
típico de la Semana Santa quiteña: las fanescas, un delicioso guiso preparado
especialmente para esta festividad a base de 12 granos diferentes, en honor a
los 12 apóstoles y las tribus de Israel, mientras que el bacalao representa a
Jesucristo y se consume como respeto a la cuaresma. La Ushucuta sería el plato
prehispánico que dio origen a la fanesca y su preparación consistía en cocinar
los granos tiernos con calabazas andinas. Con la llegada de la evangelización,
el potaje de granos tiernos se combinó con aporte de los conquistadores que
incluyó lácteos y pescado en su preparación, teniendo este último que ser usado
salado y secado para su conservación. Antiguamente, se creía que la familia que
convidaba la fanesca a otras, no le faltaría comida durante el resto del año.
Hoy en día, la fanesca se prepara en cada lugar del país y, a pesar que su
sabor varía de acuerdo a donde sea preparada, la fanesca siempre conserva su
esencia e incluye los 12 granos tradicionales.
Quito Turismo prepara esta celebración con gran dedicación, disponiendo
un ámbito seguro y acogedor para que nuestros visitantes vivan una Semana Santa
en plenitud y en conexión con la espiritualidad.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
corresponsal colombia
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