En su trigésima
edición, FILBo recuerda su historia
Óscar Pérez Gutiérrez y Jorge Valencia fueron
los gestores de la primera Feria Internacional del Libro de Bogotá en 1988.
La FILBo contribuyó al crecimiento de otras
ferias latinoamericanas como la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
FILBo creció en cobertura de 1.100 asistentes
en 1988 a más de 500.000, cifra alcanzada el año pasado.
En el marco de los 30 años de la Feria
Internacional del Libro de Bogotá (FILBo 2017), sus fundadores: Óscar Pérez
Gutiérrez, gerente de Corferias, y Jorge Valencia, presidente de la Cámara
Colombiana del Libro (CCL) en 1988,
recuerdan cómo fue la creación de esta feria que, en un principio, se
hacía de forma muy modesta en el Parque Santander.
“Nosotros, como Corferias, queríamos hacer una
feria de grandes dimensiones y para hacerlo posible sabíamos que era
fundamental conocer experiencias de otros países y el apoyo de una entidad
experta en la industria editorial del país, por lo que acudimos a la Cámara
Colombiana del Libro”, recuerda a sus 88 años Pérez Gutiérrez. Gracias a esta
alianza, la Feria Internacional del Libro se materializó el 29 de abril de 1988
en Bogotá y se ha robustecido a través de todos estos años hasta convertirse en
la feria editorial más importante del país y una de las más importantes en
Latinoamérica.
Para ese momento, el presidente de la Cámara
Colombiana del Libro (CCL) era Jorge Valencia, quien recordó que lo habían
elegido presidente en el año 1986, así como las ferias que se hacían en aquel
momento en el Parque Santander, las cuales
eran poco apropiadasya que los libros estaban expuestos al sol y el agua
y no se tenían espacios idóneos para lanzamientos, presentación de novedades y
autores. “Fue entonces cuando empezamos a materializar la idea de realizar una
feria con carácter internacional, en recinto cerrado”, recuerda Valencia.
Por esa razón, Óscar Pérez Gutiérrez y Jorge
Valencia viajaron juntos a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y
recopilaron ideas que les permitió que la creación de la Feria Internacional
del Libro de Bogotá se convirtiera en un verdadero reto. “A mí me gustaron
mucho las conferencias de los autores”, recuerda Pérez, pero eso requería
financiamiento e inversión, por eso acordaron que Corferias financiaría y se
encargaría de la organización de stands y salones académicos y la Cámara comercializaría
los espacios. Así inició la FILBo, que este año celebra 30 años.
El proyecto comenzó a tomar forma el 29 de
abril de 1988. Ese año se inauguró la primera Feria Internacional del Libro de
Bogotá en medio de los inconvenientes propios de cualquier evento de esta
magnitud que se hace por primera vez.
Después de dejar la gerencia de Corferias,
Óscar Pérez Gutiérrez se desempeñó como embajador de Colombia en México y desde
su cargo aportó su experiencia e ideas para que la Feria Internacional del
Libro de Guadalajara se fortaleciera.
Gracias al apoyo conjunto de Corferias y la
Cámara Colombiana del Libro como organizadores, a los aliados y fieles
asistentes a la FILBo, esta ha aumentado su dimensión y alcance año tras año.
En 1988 reunió cerca de 1.100 asistentes y permitió la participación de más de
200 expositores. Según Enrique González Villa, actual presidente de la CCL, en
aquel entonces no se utilizaron más de 10.000 metros cuadrados de Corferias.
Hoy, 30 años después, la FILBo no solo ocupa
la totalidad del recinto ferial (50.000 metros cuadrados), sino que congrega
cerca de 500.000 visitantes, más de 500 expositores, y para esta edición tiene
una expectativa de negocios de 24 mil millones de pesos, convirtiéndose en la
feria editorial más importante de Colombia, la primera en programación cultural
de Latinoamérica y la segunda en temas profesionales, después de Guadalajara.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
corresponsal colombia
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