La elegancia de la
espalda descubierta en la Alta Costura de Givenchy
Es una temporada de gran precisión en la Alta Costura de
ParÃs, y más en Givenchy, donde la modista de la casa, Clare Waight Keller,
realizó una memorable acumulación de elementos elegantes, pero no
conservadores.
Waight Keller llamó a esta colección "Bleached
Canvas" y la presentó dentro del ala sureste del Palais de Tokyo,
convirtiendo el edificio de la década de los 30 en un espacio puramente blanco,
donde incluso el suelo estaba cubierto de látex blanco.
El látex también envolvÃa los torsos y cubrÃa brazos y
piernas.
"Mi tejido de Alta Costura. Una sensación de segunda de
piel que aporta mucha modernidad", señaló Waight Keller sobre el látex.
Este elemento se vio en el look de apertura, leggings negros
de látex, preparados por Atsuko Kudo para Givenchy, combinados con un blazer
negro inmaculado terminado con una solapa blanca en un lado y en el otro con
cuello Nehru.
Su programa mencionaba volúmenes de ingenierÃa y la modista
británica ofreció vestidos de cóctel súper finos, cortos y con la parte de la
espalda y los lados cortados, y hechos con encaje de guipur blanco. El mismo
material usado en un perfecto abrigo-vestido, también llevado con unos leggings
negros de látex y una camiseta sin mangas.
Desprovisto de estampados, pero lleno de amarillos ácidos,
rojos primarios y púrpuras intensos, todos usados con gran efecto. Incluso
reinventó el lazo, un viejo truco en la Alta Costura, haciéndolos volar con
proposiciones gigantescas y emparejándolos con mochilas a juego. SÃ, mochilas
en Alta Costura. Improbable pero, de alguna manera, funcionó.
“QuerÃa empezar con nada y luego meter colores y técnicas
increÃbles”, insistÃa Waight Keller en un backstage completamente blanco.
Teniendo en cuenta que su anterior show de Alta Costura
habÃa sido un homenaje al fundador Hubert de Givenchy, volver a la nada tenÃa
sentido en esta ocasión.
"No hay teatro, no hay puesta en escena, solo ropa
pura, de eso se trata", concluyó la modista británica, que recibió una
intensa ovación y un largo aplauso.
Durante el show, el ambiente se acentuaba con la banda
sonora de Montserrat Caballé, que llegaba a las notas más altas cantando
"Vissi d'arte" de la Tosca de Puccini dentro de la Royal Opera House
en Covent Garden.
En el backstage, como es su costumbre, un conjunto de más de
una docena de crÃticos de la Commonwealth británica engulló a Waight-Keller en
alabanza. Sin embargo, este evidente despliegue de nacionalismo no despistó del
hecho de que habÃa sido una declaración de moda tremenda. Lo que cumplió la
primera regla de la Alta Costura: avanzó la moda autóctona con belleza y
extravagancia.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
corresponsal colombia
sÃgueme en:
Twitter @gonzaloenfoque
No hay comentarios:
Publicar un comentario