Rihanna reinventa el lenguaje de la
lencería y lanza un imperio de moda
Rihanna organizó un increíble show de ropa interior para
Savage X Fenty en Brooklyn este martes por la noche. El cual resultó ser el
equivalente de moda de la estrategia de Napoleón en Austerlitz, la defensa
siciliana del maestro de ajedrez Garry Kasparov o el desempeño de Metternich en
el Congreso de Viena. Es decir, este megashow que incorporaba actuaciones en
vivo, baile atlético, lencería muy bonita y un decorado enorme digno de De
Chirico fue un cambio de juego brillante en una de las industrias clave de la
moda. Una maniobra escandalosamente inteligente que, en solo 40 minutos,
presagia una revolución de la moda.
Organizada en el Barclays Center, en Brooklyn, la noche no
empezó bien. El público se vio forzado a esperar sin agua o alguna otra bebida.
Las fashionistas y decenas de bellezas de Brooklyn debían mezclarse con
ejecutivos de Amazon horriblemente vestidos. Echando la vista atrás a los
anales de la historia de la moda, eran el grupo de hombres peor vestidos en un
desfile desde Riga en 2005 o Tiflis en 2009. Jeff Bezos, que estaba bastante
elegante de Brunello Cuccinelli, debería hablar con ellos.
Además, todos los invitados se vieron obligados a entregar
los móviles, una maldición para los editores de moda con demandas de las redes
sociales. Las últimas dos veces en que los Iphones de los editores sénior
fueron confiscados ocurrieron en eventos en el número 10 de Downing Street y el
Palacio de Buckingham.
Sin embargo, a pesar de ese soplo de arrogancia y
pretensión, resultó ser un evento que cambió el juego. El show abrió con
Rihanna, al centro de 10 bailarines, con medias y ropa interior totalmente
negras en una exhibición de danza dramática ante un enorme decorado cuya
fachada de cuatro pisos recordaba a la sede de Fendi, el Palazzo della Civiltà,
en Roma.
Inmediatamente, la acción cambió a la fachada, donde las
modelos bailaban bajo falsos arcos de piedra caliza. Los equipos de operadores
de cámara se movieron rápidamente por el set cuando apareció Gigi Hadid con un
atuendo completo de femme fatale, con la cabeza adornada con joyas.
Mientras que Victoria's Secret tenía supermodelos en
escandalosos looks de fantasía con plumas que las cosificaban, Rihanna llenó su
pasarela de todo tipo de chicas de diferentes formas, creando un momento
unificador inclusivo. Modelos transgénero, algunas con piernas amputadas, otras
regordetas y masivamente rotundas eran bienvenidas a esta fiesta.
Aparecieron todo tipo de estrellas y cantantes de hip-hop, desde
el trío Migos bailando con trajes metálicos dentro de una piscina, hasta Halsey
cantando lujuriosamente, o Big Sean, A$ap Ferg y Fabolous, con una gran voz. La
acción nunca cesó en un especial en la web, que era una mezcla de un súper show
de variedades de moda y un espectáculo de Broadway.
También se dio la aparición ocasional de algunas reconocidas
modelos en la pasarela como Alek Wek, Cara Delevingne, Joan Smalls y Bella
Hadid, visiblemente malhumorada.
La lencería era más deportiva, con toques atléticos y hecha
en una paleta optimista con detalles oscuros. Sin embargo, la apariencia era
muy agresiva. Este no fue un momento elegante de Jane Austen o una escena
romántica de El lago de los cisnes. Gobernó la feminidad dura.
Después de que casi 100 chicas vestidas escasamente
realizaran un baile en masa, Rihanna salió a saludar, sin decir ni cantar una
palabra, poniendo en pie a las 850 personas del público. Todos sabían que
habían presenciado un momento histórico de la moda. Es posible que hayan pasado
la noche viendo cientos de bragas y sostenes, pero también sabían en su
interior que estaban presentes en la creación.
La exhibición fue perfectamente cronometrada, ya que la
historia principal en The New York Times el viernes 6 de septiembre se tituló
“Victoria’s Secret tuvo problemas, incluso antes de Jeffrey Epstein”.
Después de dominar el mercado de la lencería durante casi
dos décadas, Victoria’s Secret, que aún tenía ventas de 7400 millones de
dólares el año pasado en Estados Unidos y Canadá, ahora está bajo amenaza. Su
modelo de exhibición culturalmente ofensivo muestra vínculos con el mayor escándalo sexual de
Estados Unidos. Epstein fue el consultor financiero de larga data del ejecutivo
clave de la marca Leslie H. Wexner. Epstein fue acusado de autoproclamarse
cazatalentos de Victoria’s Secret a mediados de los 90 para explotar
sexualmente a sus modelos.
Pues nadie está explotando a las mujeres en este show, que
reescribió las reglas de los espectáculos de moda y que saldrá al aire en
Amazon Prime Time este 20 de septiembre. Savage X Fenty parece preparado para
un crecimiento explosivo y un nuevo paradigma feminista.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
corresponsal colombia
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