La
iridiscencia exuberante de Giorgio Armani y la mujer fatal de Sportmax que sabe
divertirse
El sábado vimos un
estudio de contrastes en la Semana de la Moda de Milán, con dos grandes nombres
haciendo frente a su reputación. Giorgio Armani propuso diseños de noche en
prendas de día y Sportmax revolucionó su ADN.
Giorgio Armani
Giorgio Armani ofreció
dos desfiles en uno: parejas de hombres y mujeres desfilaron en varios pases,
en un espectáculo poco habitual que comenzó con la ropa de noche.
Las chicas lucieron
una gran variedad de tops iridiscentes, efectos de pompas de jabón y diseños
florales con volantes. Los chicos llevaban camisas chinas sin cuello debajo de
chaquetas de terciopelo de viscosa.
La luz fue la
protagonista de la colección, que se presentó con un video grabado en la sede
de Armani en Milán. Sastrería fluida en
todo el desfile: mujeres con pantalones amplios de crepé y pantalones de montar
de seda, combinados con blazers con hombros suavizados y vestidos tipo túnica.
La reputación de Giorgio como el mejor sastre del último medio siglo no se ve
amenazada por esta actuación tan imaginativa.
Hay que señalar
también la presencia de una amplia gama de colores: tonos acuosos, verdes
aturquesados, púrpuras pálidas y rosas suaves, algo que sorprende en una
colección Otoño/Invierno 2021.
En ocasiones, las
telas de paracaídas hacían parecer que el diseñador lo forzaba demasiado. Pero
mejor eso que ir a lo seguro.
Para las noches de
celebración, propuso esmóquines brillantes color carbón y vestidos-abrigo de
terciopelo negro con cuellos ópera que rezumaban clase y elegancia por los
cuatro costados e incluyó una nota de humor: un retrato en blanco y negro de un
joven Giorgio impreso sobre un vestido de cóctel.
"La colección se
desvela en un ambiente nocturno, pero también en pleno día... un vestuario
estructurado, una colección de prendas que, al actualizarse, abarcan varias
décadas en rápidas transiciones", explicó el diseñador en sus notas del
programa.
En la apertura, la
estatua de un gorila verde miraba amenazante a los modelos de piernas largas
que desfilaban por la pasarela. En el
pase final, el campeón de los pesos pesados de los diseñadores italianos,
Armani, posó radiante antes de apoyarse en su King Kong ecológico.
Sportmax
Sportmax nos muestra a
una chica nocturna renovada y más traviesa.
La que hasta ahora
fuera la prima buena de la madura Max Mara, se ha convertido en su
despreocupada hermana pequeña. Una femme
fatale capaz de hacer perder la cabeza a los pretendientes de su hermana mayor.
El decorado lo decía
todo: un montón de lámparas de araña, varias de ellas tiradas en el suelo, en
medio de un ambiente oscuro de discoteca donde las modelos se deslizaban al
acecho.
Faldas largas de lycra
con cazadoras o camisas de cuero de estilo roquero, tops picantes tipo
sujetador y prendas semitransparentes; está claro que la hermanita pequeña
tiene ganas de divertirse tras meses de encierro. Melenas tipo Beatles o
peinados encerados, pendientes con cruces en tamaño mini y gafas de sol de lo
más seductoras.
Más adelante pudimos
ver a la femme fatale en la inauguración de una galería con elegantes guantes;
vestidos de cuero rematados con collares de cables eléctricos; abrigos que
imitan cheongsam o atrevidos diseños desteñidos de galerista con un solo hombro
y combinados con botas.
Todo el conjunto marca
un importante cambio de tendencia en la marca. Hasta las chaquetas tenían un
punto sugerente con detalles lenceros y corchetes. La colección también nos
dejó momentos más serios: trajes grises metalizados formados por chaquetas tipo
chófer y pantalones pitillo, o abrigos masculinos perfectamente drapeados.
Es fantástico ver cómo
Sportmax causa tanto impacto en un desfile que terminó con todas las modelos
bailando en trance bajo las lámparas de cristal. Augurando que cuando esta
larga pesadilla de la pandemia termine, las mujeres querrán disfrutar y
controlar por completo sus vidas.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
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