Nomadismo
digital y trabajo remoto: en el radar del hotelería
Las tendencias turísticas apuntan a un
incremento de los viajes locales o regionales a destinos naturales, impulsadas
por las políticas de trabajo remoto.
Selina Quito, en
Ecuador.
El impacto de las
restricciones de viajes en la industria global de la hospitalidad no tiene
precedentes. Pero el cambio cultural –que se prevé como una tendencia a largo
plazo–, ha validado los modelos de hotelería que apuestan a los nómadas
digitales: personas que siguen desarrollando sus trabajos en cualquier lugar,
ya sea en la comodidad de su hogar o en un destino diferente. Se trata de un
mercado que crece para un potencial de 44 billones de reservas por año.
De hecho, las
búsquedas en línea por “trabajo remoto” han crecido en un 60% y, de acuerdo con
un estudio de The Harris Poll, el 74% de los norteamericanos que trabajan a
distancia consideran hacerlo en un lugar distinto a su casa por un largo
periodo de tiempo y casi la mitad aseguran haber buscado destinos para este
esquema de trabajo.
Una de las redes
globales de hotelería que está apostando a esta tendencia, incluso con
financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo para apoyar la
continuidad de los planes de expansión en Latinoamérica y el Caribe, es Selina
Hotels. Nacida en la región, es natural que ocupe un lugar importante en el
corazón y espíritu de la marca. Fundada en el 2015 por Rafael Museri y Daniel
Rudasevski, Selina es una marca de estilo de vida nómada que ofrece nuevas
plataformas físicas y digitales para ajustarse a las necesidades de una nueva
generación de viajeros y trabajadores remotos.
Combinando el confort
y el estilo de un hotel boutique con los aspectos sociales de un hostal y las
experiencias de un retiro o de un festival, sumados a distintas acomodaciones
bellamente diseñadas (desde hamacas y carpas, hasta habitaciones compartidas,
suites o lofts exclusivos) y espacios de coworking, recreación, bienestar y
vivencias locales, Selina crea una estadía holística para inspirar conexiones
significativas con personas, lugares y comunidades. Actualmente, la cadena
opera 75 propiedades en 20 países de Latinoamérica y Europa, incluyendo a los
Estados Unidos.
Selina Medellín, en
Colombia.
Ahora Selina avanza
como pionera de un disruptivo modelo global de hospedaje. Es una nueva manera
de hacer reservas y pretende dedicar más del 50% de sus habitaciones de todo el
mundo para este “programa de suscripción” a través de los pasaportes Selina
CoLive Flex y Selina CoLive, que permitirán a los viajeros moverse libremente
entre las propiedades de la cadena hotelera por una tarifa mensual o anual.
Este paquete incluye wifi, alojamiento, espacios de coworking, actividades
diarias de bienestar, limpieza semanal, descuento en servicios de lavandería,
10% de descuentos en alimentos y bebidas, clases en línea de actividades de
bienestar como yoga, además de surf y descuentos en sus tiendas.
Selina CoLive es un
programa prepago diario por un precio asequible, que se vende en paquetes de 30
días continuos, lo que permite una experiencia Selina flexible en hasta tres
destinos por mes. El Selina CoLive Flex es un programa de intercambio de
alquileres para unirse a una comunidad de trabajo remoto en todo el mundo,
diseñado para estadías prolongadas; también se vende en paquetes de 30 días,
pero no es necesario que sean continuos y no hay límite de destinos. Sin
embargo, es obligatorio quedarse un mínimo de tres noches en cada uno.
Selina realizó cambios
inmediatos durante el período COVID-19 para cumplir con estas tendencias del
mercado y del consumidor, que incluyen: apertura de 19 propiedades nuevas en
Brasil, Reino Unido, Israel, Portugal, Chile y México; refuerzo de la
estrategia de propiedad remota / regional, con el 70% de las aperturas
planificadas para ubicaciones "inusuales" como Kinneret, Israel; San
Miguel de Allende e Isla Mujeres, México; y Mancora, Perú.
Foto-periodista:GONZALO ESGUERRA P.
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