Givenchy destaca
con sus propuestas en la Semana de la Moda masculina de París
En un caluroso
miércoles en París, Givenchy se rindió a la logomanía, después de que la
estrella emergente Bianca Saunders abriera la jornada con una colección pionera
de sastrería urbana escultural.
Hubo un exceso de
logos en Givenchy, aunque, por qué no debía haberlo, ya que esto llevó a
Matthew Williams a crear su declaración de moda más poderosa para la casa
parisina.
También se considera
que estas prendas fueron la principal razón por la que contrataron a Williams:
para actualizar los códigos de la casa. Aunque, en gran medida, fueron códigos
establecidos por Riccardo Tisci y no por ninguno de los otros seis sucesores
del fundador Hubert de Givenchy.
Para ser justos,
Williams tomó las riendas justo cuando llegó la pandemia, y su capacidad para
aprovechar el estilo urbano vanguardista con el que construyó su reputación en
su propia casa, 1017 ALYX 9SM, ha sido limitada.
Por eso fue un show
tan bueno, en el que los modelos desfilaron por un estanque de lo que parecía
leche desnatada, en cuyo centro había un gran cubo blanco inmaculado: su
supuesto backstage. Todo ello dentro de los límites de la École Militaire,
patrullada por tropas camufladas y malhumoradas con metralletas, con un aspecto
francamente cómico. Casi parecían extras de Toy Story, mientras observaban a
los 800 periodistas, compradores y personas VIP.
En unos días de gran
actividad, Matthew había mostrado el pasado viernes en Milán una potente
colección de su marca 1017 ALYX 9SM con gran garbo en una piscina olímpica
abandonada.
De vuelta a París, la
mejor idea de Williams para Givenchy fue la logomanía, desde su look de
apertura: una chaqueta de béisbol acolchada de color crudo, con impresiones de
“Givenchy”, las cuatro “G” de la casa y “1952”, el año de fundación de la
maison. La chaqueta iba combinada con el primer par de muchas botas de goma
ideales para chapotear en el estanque de 7 centímetros de profundidad.
Después de eso, casi
todos los looks tenían una "G" o un "Givenchy". Logos con
tachuelas en la espalda de las sudaderas negras con capucha, estampados en el
borde de unos gorros de cachemir de estilo muyahidín, prominentes en los
calzoncillos blancos que se asomaban por encima de los vaqueros, al estilo de
Marky Mark, y pintados en las sudaderas de color naranja y lima.
"Me encanta
trabajar con nuestro logo, porque Givenchy tiene un logo tan bonito que no ha
cambiado en 70 años. Me encanta llevarlo", explicó Williams en una charla
tras el desfile con los críticos de moda.
En definitiva, un look
de nómada urbano pulido y con mucho estilo, con referencias a los deportes
activos gracias a los magníficos pantalones con cremallera, las parkas
tecnológicas y los geniales abrigos de nylon.
"Creo que todos
los looks se basan en la realidad. Puedo ver prácticamente todos los looks en
la calle. Para mí, eso es un enfoque moderno de la moda", dijo el
diseñador de 36 años.
Por fin, después de
experimentar con la sastrería y las referencias de alta costura en Givenchy,
Williams está haciendo, seguramente, aquello para lo que fue contratado por
LVMH.
Ha habido rumores de
descontento dentro del conglomerado LVMH, pero, con esto, seguro que Williams
ha emprendido el camino correcto en Givenchy. Por cuánto tiempo solo el tiempo
lo dirá.
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