Prada:
orquesta de origami
Japón siempre ha
tenido una gran influencia en la moda italiana, rara vez más que esta temporada
en Prada, en una colección austera pero ampliamente autorizada, cuyo leit motif
fue el arte del origami.
Desde los looks de
apertura, remilgadas faldas de seda blanca a la mitad de la pantorrilla,
adornadas con flores de origami, hojas y shurikens; y se usa con zapatos de
tacón oblicuo con pétalos de origami de cuero. Cada uno combinado con simples
cuellos redondos de cachemira.
Acorde con el tema,
las modelos incluso desfilaron con minifaldas cruzadas de corte origami,
combinadas con grandes blazers de gamuza.
Un estado de ánimo
marcial, dados los pantalones de oficial con arrugas en la parte delantera y
las camisas caqui, algunas de las cuales luego se extrapolaron a vestidos
camiseros largos, tanto tiempo que una modelo tuvo que sostener el tren para
poder caminar.
Las invitaciones a los
desfiles habÃan anunciado el plan de Prada, con un suntuoso libro sobre la
última exposición de la Fondazione Recycling Beauty, una meditación sobre temas
recurrentes en el clasicismo, junto con una cala de tela blanca. La misma flor
que floreció en una falda gris que lució una hiperrubia Gigi Hadid.
En cuanto a la
sastrerÃa, todo fue digno de aplauso, en especial una serie de boyfriend
blazers oversize en piel tratada con aspecto de piel de elefante, en tonos rojo
pecaminoso, antracita Stasi y azul cáscara de huevo. Antes de que el
espectáculo se volviera a toda marcha con faldas y chalecos matelassé, con un
logotipo de Prada como adorno, en el exterior. Inédito en la moda de esta casa
hasta hace poco.
En todo momento, una
sensación ideal de volumen, nunca demasiado teatral, siempre favorecedora,
hasta la trenca beige curvada que usó Kendall Jenner. Uno de un elenco
espléndido, formado por pestañas de tonos metálicos, que desfilaron al ritmo
del mordaz clásico de Roxy Music, In Every Dream Home a Heartache.
Hubo un tiempo, de
casi una década, a partir de principios de siglo, en el que los conocedores de
la moda más informados habrÃan dicho que Miuccia Prada era la diseñadora más
influyente en la moda.
Eso terminó cuando,
justa o injustamente, la mayorÃa de esas mismas personas sintieron que los
jugos creativos de Miuccia fluÃan mucho menos y que estaba demasiado distraÃda
con su Fondazione Prada.
Este jueves en Milán,
sin embargo, hubo una sensación predominante de que Miuccia, junto con su socio
de diseño Raf Simons, habÃa reclamado su manto como campeona de peso pesado de
la moda. Uno de esos espectáculos que los italianos describirÃan como 10 e lode
, es decir, la máxima puntuación con distinción.
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