Valentino: Alessandro Michele debuta con el surrealismo en la Bolsa
Alessandro Michele presentó su primera colección de alta costura con tintes surrealistas el miércoles, mientras los invitados salÃan de un terrible aguacero hacia un oscuro abismo dentro de la antigua Bolsa de Valores de ParÃs.
Tituló el espectáculo "Vertigineux" y uno casi sufrÃa vértigo al subir por una hilera de bancos apilados de forma espectacular, en una oscuridad casi total.
Una hilera de altavoces negros emitÃa ruidos industriales ante un telón de teatro negro gigante. En cada asiento habÃa un extraño catálogo de listas: ideas, emociones, tejidos, figuras históricas, expresiones, puntadas o expresiones de moda. Indicaban todo lo que Michele sentÃa cuando miraba una prenda en particular.
Las mismas palabras aparecieron en rojo brillante sobre un fondo negro gigante, "como señales de carretera que no quieres ver pero tienes que hacerlo", explicó Michele después del desfile. En una genial pieza de puesta en escena, apareció un número pixelado de un metro de altura mientras cada modelo se colocaba en el centro del escenario.
Abrió con un vestido derviche giratorio con un patrón de arlequÃn brillante, preparando el escenario para un momento de alta costura teatral. Y mucho del sentido de grandeza de Valentino Garavani: con faldas diáfanas rematadas por blusas con plumas de gallo; vestidos densos con capas de encaje y volantes; brillantes vestidos de baile de gran guiñol; o pijamas festoneados con lentejuelas bajo capas de microplisado. Y, por supuesto, un pecaminoso vestido de gasa rojo de Valentino, que le habrÃa encantado al fundador.
Michele explicó después del desfile que en los archivos de la casa descubrió el amor de Sir Val por la aristocracia y el Bel Mondo. Argumentando que su caracterÃstico vestido rojo podrÃa haber surgido de pinturas al óleo del Renacimiento “o tal vez de una imagen de Goya de un cardenal de rojo”.
Uno sentÃa que Michele estaba descubriendo la crinolina y se estaba volviendo un poco loco con la técnica. Ubicando la prenda en algún lugar entre “Lo que el viento se llevó” y un baile veneciano. Pero también, entre dejar Gucci y unirse a Valentino, ver unos cuantos desfiles oscuros e intensos de Balenciaga , cuyo diseñador Demna se sentó en primera fila.
“El desfile necesitaba esa sensación de epifanÃa en la que descubres algo”, opinó el modisto de Valentino.
Las encantadoras ideas idiosincrásicas de Alessandro dieron lugar a algunos looks magnÃficos: un vestido de gasa con capas y cola combinado con un bañador y un pasamontañas con un pájaro de fantasÃa con lentejuelas; un vestido de gala de camuflaje con motivos florales de "Cumbres borrascosas", en el que la modelo tenÃa una mano diabólica y dedos marchitos de treinta centÃmetros de largo; y un traje de cortesana de seda dorada en jacquard con medias a juego y zapatos de salón con hebillas, en el que la modelo llevaba la cabeza adornada con un plumaje gigantesco. Una cola excepcional parecÃa estar compuesta por plumas de cuatro metros de largo en un magnÃfico juego de palabras visual. Una cuarta parte del elenco llevaba sombreros, casquetes o boinas, de encaje, fieltro, lentejuelas, plumas y joyas. A
los clientes de la alta costura clásica puede resultarles difÃcil llevar estas prendas, pero la moda, como creadora de imágenes, no tiene a nadie que pueda igualar a Michele.
El desfile fue subiendo de tono, mezclando una soprano imponente con los sonidos más oscuros y palpitantes de Grischa Lichtenberger, antes de que Michele hiciera su reverencia.
Ayer, en la primera conferencia de prensa de la segunda era Trump en la Casa Blanca, la secretaria de prensa Karoline Leavitt insistió en que las primeras preguntas vinieron de los influencers de las redes sociales y no de los medios tradicionales. Hoy en ParÃs, Michele sentó a los medios tradicionales en la cuarta fila, algo inaudito tradicionalmente, pero al menos los invitó a una conferencia posterior al desfile, tomando asiento en una silla dorada Luis XV, para filosofar sobre la alta costura.
“La alta costura es moda tridimensional. No soy dueño de estos vestidos, solo me inclino ante ellos... No soy sastre, tal vez ni siquiera un modisto. No sé coser. Pero la alta costura fue un viaje extraordinario en el que aprendà mucho, técnicas que nunca entendà realmente, como la intarsia o ciertas formas de coser. El otro elemento de la alta costura que me encantó fue el tiempo, algo que la gente como yo no tiene tanto cuando crea moda”, reveló.
Cuando le pidieron que explicara el tÃtulo, Alessandro respondió: “Vertigineux, como la alta costura, es un momento en el que tienes miedo de perderte, pero debes mantenerte estable. La alta costura es algo insidioso. Debes saber cuándo parar. Recuerdo cuando me di cuenta de que habÃa pensado en un look que contenÃa 350 metros de tela y eso para mà era muy surrealista”.
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